martes, 8 de noviembre de 2022

Hey...Estado...!!! El mundo volvió a cambiar. El reto de la Gestión del Cambio en el sector público peruano.

Índice

  1. Introducción
  2. Breves apuntes sobre el contexto del sector público en la era postpandemia
  3. Gestión del cambio. ¿Qué es eso?
  4. Es posible gestionar el Cambio en el Estado?
  5. Un cambio sin ver la realidad peruana y mundial no es cambio
  6. La gestión del cambio y la cultura del cumplimiento normativo ¿Debe regularse para ejecutarlo?
  7. ... y sin embargo..... Las Políticas Nacionales de Modernización de la Gestión Pública
  8. Ideas a tener en cuenta para seguir incorporando la gestión del cambio a la gestión pública
  9. Conclusiones
  10. Epílogo



1.    Introducción


En estos tiempos el sector público vive momentos inciertos. La actividad de aparato estatal continua porque no se puede dejar de brindar servicios a la ciudadanía, pero la incertidumbre de ahora hace que los procesos de mejora sean impulsados con cierta desconfianza en recibir apoyo de las Altas Direcciones de las Entidades Públicas. En el peor de los casos se frenan. Significa que los espacios de crecimiento y desarrollo profesional desaparecen y solo queda ejecutar procesos o procedimientos cotidianos. Los esfuerzos de estos últimos 20 años por perfilar una imagen positiva del sector público (si, en efecto, han habido estos esfuerzos, solo que no son noticia para los medios, pero no son muchos) se diluyen siendo ofuscados por casos de corrupción que ya son conocimiento público.

La intención de esta publicación trata de abordar una arista de las múltiples respuestas a la pregunta: ¿Qué le falta a los funcionarios, directivos y servidores públicos para hacer sostenible una buena gestión pública? Estoy convencido que no basta con conocer las normas legales. Se requieren habilidades de gestión y una de ellas es la de gestionar el cambio. En una búsqueda en Google son pocas las entradas que tratan este tema, y esto se explica porque es escasa la producción intelectual peruana sobre la gestión pública. No obstante, silenciosamente, van apareciendo investigaciones y/o tesis de postgrado en nuestras universidades peruanas que efectúan estudios sobre la gestión de cambio. Aun así no está agotado el tema. En otros países latinoamericanos, nos llevan demasiada ventaja. Me sorprendo de la cantidad de publicaciones e investigaciones en Colombia, Argentina, Brasil y México sobre la gestión pública de esos países.

Bajo este marco expuesto, me animo a reflexionar, compartir algunas experiencias y dar a conocer algunos alcances sobre la gestión del cambio en el sector público peruano, tratando de guardar un rigor académico en la presente publicación. Ello, con la expectativa de aportar al desarrollo profesional de los servidores públicos.

2.    Breves apuntes sobre el contexto del sector público en la era postpandemia


No es fácil tener una mentalidad de cambio en el Estado. Podríamos decir que casi no existe. Son contadas la cantidad de personas que apuestan por el cambio, lo que equivale a decir que no solo lo promueven sino que son capaces de "adaptarse al cambio". Pero eso no es suficiente. 

Antes de la pandemia del 2020, ya decíamos, por un lado, que nos faltaba desarrollar más habilidades en los gestores públicos porque como Estado, el estar cercanos con la ciudadanía es una capacidad que debe ser demostrada. Por otro lado, el profesionalismo del Estado acrecentado desde el inicio del siglo XXI ha tenido impacto pudiéndose aplicar herramientas de gestión de manera progresiva. También ha permitido que se le preste seriedad a la aplicación de las normas legales en sus diversos niveles jerárquicos. Pero la necesidad de la ciudadanía se acentuaba pidiendo un Estado que llegue a cada rincón del Perú. Esto se agravó con los destapes de actos de corrupción que terminaron por corroer la poca imagen positiva que el Estado había logrado obtener. Por consiguiente, dio la sensación que el Estado no tenía capacidad de hacer las cosas, pero si de desperdiciar los recursos económicos.

La pandemia demostró lo que ya sabemos a estas fechas. El Estado respondió como pudo. El ejemplo más notorio: los Servicios de Salud. Ante los ojos de los ciudadanos "colapsaron",  pero, por otro lado, no se puede desmerecer los esfuerzos que el personal de la salud hizo por atender a la población, en algunos casos a costa de su propia vida. Una crítica constructiva es que faltó más capacidad de visión, planificación y organización oportuna. En otros servicios estatales -quizás los menos visibles, pero que existen- se puso a prueba su capacidad tecnológica. Por casi 2 años, gran parte del Estado atendió a los ciudadanos de manera remota.

El trabajo remoto es un signo de cultura de trabajo que está tratando de ganar adeptos. A pesar que fue una decisión gubernamental durante todo este tiempo, poco a poco vemos que se le va dejando de lado.  Aun cuando no tenemos información actualizada por parte SERVIR (solo existe publicado un Estudio publicado en Agosto 2021 [1], tal parece que no existiría confianza en las bondades de esta modalidad de trabajo (recordemos que ya se ha publicado la nueva Ley de Teletrabajo (Ley 31572), en el que las entidades públicas se encuentran "autorizadas" para evaluar su implementación). Una vez más, el Estado le estaría rehuyendo a la modernidad, acrecentando esta actitud, inclusive desde antes de la pandemia.

En mis 25 años de experiencia en el sector público, la palabra "cambio" no encuentra en el Estado un terreno fértil. Son casos excepcionales los que se pueden mencionar, pero son aislados. La Secretaria de Gobierno y Transformación Digital de la Presidencia del Consejo de Ministros es una muestra de ello. Durante la década pasada ha estado alentado varias iniciativas de interconexión entre las Entidades Públicas. Sin embargo, los funcionarios públicos no han hecho eco de ello, por diversas razones. Otros casos aislados pueden mencionarse. En el 2020 se hace público que en Perú Compras [2] existe un "desarrollo de las compras mediante procesos tecnológicos y el uso de economías de escala" -entre ellos la implementación del Blockchain- para poder agilizar los procesos logísticos que tienen a su cargo.

Podríamos detenernos a describir otras casuísticas, como la que menciona el Banco Interamericano de Desarrollo, en su documento "Transformación Digital y Empleo Público (BID, 2021) [3] acerca de los diversos proyectos en América Latina de los Sistemas Integrados de Administración Financiera - SIAF, en el que al efectuarse un seguimiento desde la década pasada ha sido considerado como caso de éxito aunque con una serie de limitaciones en cada país. Lo concreto es que nos preguntamos ¿Qué le falta al Estado peruano para tener una constante actitud de cambio?. Muchas podrían ser las respuestas y deseo compartir mi punto de vista.

3.    Gestión del cambio. ¿Qué es eso?


De por si, el cambio significa pasar de una situación actual a una situación nueva, provocado por diversos factores. La Real Academia de la Lengua define a "cambiar" en varias acepciones. Una de ellas es "dejar una cosa o situación para tomar otra" o "convertir o mudar algo en otra cosa, frecuentemente su contraria". [4] Chiavenato (2006) define cambio como “una transición de una situación a otra diferente o el pasaje de un estado hacia otro diferente. Cambio implica ruptura, transformación, perturbación, interrupción". [5]  Por ello, si hay un cambio ésta puede ser notoria. Algunas personas tienen la habilidad de detectarla fácilmente. Otros cambios no son tan notorios pero tarde o temprano serán visibles sus signos. 

En materia de gestión, ésta se ha vuelto muy importante y se conecta con otros temas como la planeación estratégica y la cultura organizacional. Últimamente, la investigación científica ha acentuado su relación con el tema de Seguimiento y Monitoreo. En el sector privado mucho se ha escrito e investigado sobre este tema. Ya existen experiencias peruanas que se vienen compartiendo a través de diversos cursos y canales de comunicación. A nivel mundial, la gestión del cambio ha sido fuertemente desarrollada y ha permitido la sostenibilidad de las empresas. Mucho más sorprendente es que, en materia de selección de Altos Directivos (Gerentes Generales, CEO - Chief Executive Officer), se establece como uno de los requisitos de estos puestos contar con experiencia en gestión de cultura organizacional (C.O) y gestión del cambio. Esto no es de extrañar pues hoy en día vemos el progreso que han alcanzado las organizaciones privadas, que incluso, nos han llevado al mundo tecnológico que actualmente estamos viviendo en diversas facetas de nuestras vidas. Fueron gestionadas tomando en cuenta en sus decisiones los aspectos que estamos comentando.

Brevemente menciono algunos ítems importantes sobre la gestión del cambio que considero, hoy en día, son parte del manual básico de un buen gestor.
  1. Revisión de la ejecución de los planes anuales, para ver el cumplimiento de las metas establecidas.
  2. Ver el mercado y sus tendencias, para satisfacer a los clientes con una buena calidad del producto o servicio ofrecido.
  3. Visualizar futuros escenarios, para ver por donde se van orientando las expectativas de los clientes. 
  4. Identificar los cambios que debe asumir la organización (Cultura, procesos, tecnología, etc.)
  5. Gestionar la implementación de los cambios, el cual implica saber las fases que deberá atravesar la organización para lograr su adaptación. Saber involucrar al personal es vital.
  6. Liderar la gestión del cambio. Aspecto que lo veremos más adelante. Solo me anticipo en decir que si no se lidera, si no se entiende esto, fracasarán los cambios que se hayan decidido implementar.
Evidentemente, hay otros aspectos de índole operativo que se encuentran incursos en estos 6 aspectos que hemos mencionado. Ya no es suficiente conocer las metodologías de gestión de cambio existente (los modelos de Denison y de Kotter, entre los más conocidos, las adaptaciones al panorama latinoamericano desarrollado por Bonavia [6]  y Patlán [7]), sino además, estar pendiente de cuáles son las reacciones que adoptará el personal de la organización para lograr compromisos. Aquí el rol del Endomarketing y la Comunicación Interna es importante en coordinación con las áreas de RRHH, el que debe brindar el soporte técnico para la Transformación Cultural que se desea lograr.

4.    ¿Es posible gestionar el Cambio en el Estado?


Existen algunas publicaciones que han tratado la gestión del cambio en el sector público. El más relevante hasta la fecha es el del profesor chileno Mario Waissbluth (2008) [8], que propone una metodología de pasos para afrontar el cambio en las entidades públicas. De igual modo lo hace José Hartasánchez (2009) [9] para el sector público mexicano. Evolucionando un poco más el tema, el español Tirso Camacho (2017) [10] menciona que hay que gestionar 03 tipos de cambio: la gestión de la necesidad del cambio, la gestión de la experiencia del cambio y la gestión del proceso de cambio.

En el Perú, no existen publicaciones académicas, pero sí hay investigaciones de tesis de grado y postgrado en diversas universidades. Una que me parece importante es el esfuerzo realizado Ortega y Solano (2015) [11] en el que hicieron un estudio sistemático para verificar si las diversas Teorías de Gestión del Cambio aplicables al sector privado lo son también para el sector público. El valor agregado de este estudio fue recoger la opinión de 23 expertos en la gestión pública, en el que fueron incluidos 02 expertos internacionales. Por lo demás, la mayoría de investigaciones son de carácter descriptivo correlacionando diversas variables. Por ejemplo, la relación entre beneficios laborales y resistencia al cambio (Regalado, 2019) [12] o como es que la gestión del cambio se ve favorecido cuando se refuerzan las competencias laborales del personal (Del Águila, 2019). [13]


Que cambie el Estado (sector público, organismos constitucionales, poderes, gobiernos regionales, gobiernos locales) es un deseo universal en la mayoría de todos los peruanos. ¿Habrá alguien que se oponga a esta idea? Pues parece que sí: el mismo Estado. Aunque, por una cuestión de equidad, no podemos generalizar, porque han existido ejemplos de buena gestión (Juegos Panamericanos es uno de ellos), con visión de cambio, y porque también existen ejemplos de hoy en día vigentes, lastimosamente no tan difundidos, pero que son pocos.

A pesar de este deseo mayoritario, el cambio en el Estado es una cuestión compleja que no debería ser vista como algo imposible sino como un gran reto para los profesionales que se desempeñan como servidores y funcionarios públicos. Para ello se debe tener en claro dimensionar qué contextos de cambio son los que se deben asumir. Lo que mencionaremos a continuación es producto de la experiencia del suscrito, sin perjuicio de que puedan existir más alternativas que arroje la realidad. Reúne tanto mi percepción como los comentarios de otras personas en general, diciendo que en el Estado debe cambiar ...:

  • ... la actitud del personal de las entidades públicas. Ello ante la creencia que los servidores públicos no brindan adecuada atención a los usuarios, ni se preocupan por agilizar los procedimientos, ni por atender las necesidades de la ciudadanía. Consideremos, por un momento, que una gran mayoría del personal tenga actitud de cambio y esté dispuesto a brindar buen servicio. Sin embargo, si no se sabe medir y mostrar los cambios logrados, esto es, si no se cuenta con un plan o si no existen lideres que orienten la implementación de estos cambios, la actitud de cambio se puede disipar.
  • ... al personal de las entidades públicas. Esto se origina por la creencia de que todas las entidades públicas están "plagadas" de corrupción. Es innegable la existencia de esta situación. Sin intención de minimizar esta realidad, los casos de corrupción condenan y desplazan los esfuerzos de aquellas entidades públicas por hacer bien las cosas. Si. Es deseable que se puedan realizar estos cambios de personas y que continúen aquellos que sí se esfuerzan por hacer bien sus funciones. No se debe generalizar que todo el Estado "está corrupto", pero no por ello en cada organismo del Estado se debe dejar en segundo plano la ejecución de los planes de Integridad Publica. En este afán se requiere: i) liderazgo de los principales funcionarios y de los equipos directivos de las entidades públicas. ii) Seleccionar al personal que ingresa a las entidades públicas en cuyo perfil incluya competencias de integridad; y iii) generar y/o mantener ambientes de trabajo basado en una cultura integral orientado a generar valor público para la ciudadanía en el marco de la integridad pública. Esto último puede parecer una frase rimbombante pero es posible hacerlo, siempre que los directivos sepan los conocimientos técnicos y tengan la disposición y confianza en la viabilidad de su implementación.
  • ... la calidad de los servicios públicos. No existen estadísticas consolidadas sobre los niveles de calidad de los servicios que brindan las entidades públicas. Piénsese, por ejemplo, la atención de la salud pública en los hospitales y establecimientos de salud, la seguridad ciudadana, la tramitación de documentos importantes como el pasaporte, el DNI, las licencias de funcionamiento, autorizaciones, certificaciones, etc. Lo que si es notorio, de vez en cuando, son las quejas de los usuarios por mala atención o deficiente atención. No lo es tanto cuando existen reconocimientos a entidades públicas por este rubro (las que otorga Ciudadanos al Día, por ejemplo, en sus diversas categorías). [14] Por lo general, los usuarios tienen la creencia de la burocratización de los procedimientos internos o el descuido o negligencia de funciones cuando hay embalses de atención, falta de personal y materiales o falta de recursos presupuestales. La mejora de la calidad de los servicios públicos pasa por la mentalización de los servidores para cumplir con estándares específicos. Y, si bien estos últimos pueden estar contenidos en Manuales de Calidad, o Directivas Internas, su cumplimiento no significa que el personal tenga interiorizado una cultura de calidad. Tan es así que muchas veces no es sostenible en el tiempo mantener estos estándares  pues, justamente, no existe esta cultura. La mejora de la calidad implica una mentalidad de cambio, pero si la entidad pública no lo alienta no es mucho lo que se pueda lograr. 
  • ... su enfoque centralista por una descentralista. Esto ha sido sido un clamor histórico, a lo largo de la vida republicana. Hoy en día la descentralización se encuentra en debate por su falta de funcionamiento. Las regiones, gobiernos locales y poblaciones alejadas se quejan de no contar con recursos presupuestales con la rapidez del caso pues existe dependencia de la capital para efectuar las transferencias. Pero por otro lado, aquellos que sí cuentan con dichos recursos no tienen capacidad de gasto o no son empleados de la mejor manera, cayendo en situaciones de corrupción o en falta de capacidad técnica para agilizar los procedimientos internos o para articular esfuerzos. Curiosamente, la crisis política del país a puesto al descubierto la continuidad de la cultura del "compadrazgo", no solo existente en las altas esferas, sino en el interior de las regiones y gobiernos locales, en donde los principales funcionarios son seleccionados sin reunir los requisitos del perfil de puesto (formación, experiencia y capacitación). Un panorama complejo cuyo remedio pasa por la formación técnica del personal de las entidades públicas o de la selección de nuevo personal que cumplan con el perfil del puesto, así como la maduración de la idiosincrasia de la política partidaria en las diversas regiones, la que en muchos casos ha sido responsable histórico del nivel de funcionarios que ingresan a ocupar importantes cargos de confianza. Y ello impacta en los niveles de servicio de dichas entidades públicas.
  • ... la indiferencia gubernamental y mostrar una mayor sensibilidad frente a temas de mayor alcance como el medio ambiente, la equidad de género, el patrimonio cultural, la defensa de derechos, la economía, la competitividad, las poblaciones vulnerables, entre otros. Muestra de ello son los recientes hechos de la contaminación del mar de Ventanilla, los derrames de petróleo en el Oleoducto Nor Peruano, los conflictos sociales en torno a la minería y las comunidades nativas, la poca fiscalización de diversos sectores, a pesar de los esfuerzos, etc. De otro lado, la centralización de la capital, durante décadas, ha llevado a la creencia social que "Lima es el Perú" y por ende no se puedan desarrollar o tenga poco desarrollo los diversos sectores en el interior del país. Ello aunado a la falta de capacidad técnica (personal calificado) para gestionar lo poco que se pueda hacer en los gobiernos regionales y locales debido a las restricciones presupuestales o a la demora en las transferencias de recursos. Si es cierto que no se debe dejar de reconocer los esfuerzos de las capitales de departamento por mostrar a una ciudad competitiva, pero que aun así no es suficiente. Adicionalmente, hay que mencionar que la mentalidad de la gestión pública en estos rubros es "muy administrativa", es decir, que solo se ciñe al cumplimiento de requisitos para obtener los diversos licenciamientos, autorizaciones, derechos, permisos, renovaciones, certificaciones, etc. Si bien estos trámites son necesarios y deben guardar predictibilidad conforme a la Ley del Procedimiento Administrativo General (Ley 27444), la actividad pública no se agota en ella. Se trata también de generar y ejecutar Políticas Públicas para promover el desarrollo de estos temas y efectuar su seguimiento para conocer los impactos de la ciudadanía. Esfuerzos existen en los diversos ministerios (que por norma legal son los encargados del rol de la emisión y gestión de las políticas públicas. Art. 23.1 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, Ley 29158) pero parecen insuficientes las coordinaciones con los gobiernos regionales. La mentalidad de "generación de valor público" debe ser trabajada y difundida con casos de éxito para dar a conocer a los servidores públicos en qué consiste y cómo lograr los resultados deseados. Pero además de ello, exige que el personal no solo tenga los conocimientos técnicos (cursos, diplomados, maestría, experiencia) sino que tengan "vocación de servicio". Para que esto último no suene a frase estéril, esta vocación de servicio se demuestra con la habilidad de captar el drama humano, la necesidad de las personas, de la ciudad, de la comunidad, siendo necesario establecer los canales de diálogo y de comunicación institucional, para luego poder visualizar las alternativas de solución, reuniendo información, datos, y ejecutando las intervenciones necesarias. A esto se le denomina "habilidad de empatía social" (Hidalgo, 2021) [15] y, como verán, implica varios comportamientos de trabajo.
  • ... la burocracia por la modernización. Desde finales del siglo XX y en todo lo que va del siglo XXI se ha mencionado la palabra "modernización". En su nombre se han adoptado varias acciones en las entidades públicas. Sin embargo, la percepción de la ciudadanía no lo ve así. Es probable que algunas entidades puedan mostrar sus logros pero pasado un tiempo (meses, años) lo que se modernizó se volvió parte de la actividad cotidiana y la ciudadanía espera la renovación de aquello que en su momento se mostró como "moderno", es decir, volver a cambiar. En las entidades públicas se espera que los entes rectores anuncien sus lineamientos para su implementación. Ejemplo de ello es la Política de Modernización de la Gestión Pública. Una vez emitido se espera que sea implementado, pero para ello debe salir ese Plan de Implementación, y mientras esto no es anunciado, las entidades públicas esperan. Otro ejemplo son los grandes procedimientos: Inversión Pública (cuyo expediente técnico, para su aprobación, ocupa casi el tiempo de gestión de un Alcalde), y las Contrataciones del Estado, cuyos procedimientos en base a la cuantía tienen sus plazos legales extensos, de modo que el abastecimiento de los materiales o servicios toma su tiempo y varias veces no son oportunos. Si que ha sido bueno y saludable ordenar y regular estos temas, pero ha pasado tiempo y se mantienen vigentes en su concepción, aun cuando hayan existido modificatorias. ¿Qué debe ocurrir para poder acelerar estos procedimientos? No hay que olvidar que de por medio lo importante es la generación de valor público, una ciudadanía que espera resultados. Sin embargo, la formalidad y los excesivos mecanismos de control inclinan la balanza a una burocratización no deseada y hacen estériles los esfuerzos de renovación, de cambio, de innovación.  En mi experiencia, de lo que he podido conocer, un buen ejemplo de modernización ha sido la Certificación Ambiental que realiza el Servicio Nacional de Certificación para las Inversiones Sostenibles - SENACE. No soy especialista técnico en esta materia, pero mi paso como Jefe de RRHH en dicha entidad me permitió conocer [16] la mejora de los plazos de la Certificación de los Estudios de Impacto Ambiental, de 6 años promedio a 2 años de duración -el cual tuvo gran aceptación-[17]
    , así como la forma de organización interna del trabajo de las áreas de línea, bajo el enfoque matricial. Estos logros solo son conocidos a nivel de los usuarios y stakeholders en este sector, pero no es una noticia nacional. Sin embargo, no es necesario que sea así, pues la presencia del SENACE en el interior del país va siendo conocida por los poblaciones que tienen que ver con los proyectos de inversión. Ello debido a que no es tema tan transversal como lo es la salud o la seguridad, sino un tema específico para un sector importante de la población. Pasado un tiempo, el SENACE tendrá que dimensionar el impacto de esta mejora, evaluar la situación de ese momento y proponer una "nueva mejora", es decir, una nueva "adaptación al cambio". Los tiempos de ahora denominan a esto "agilidad" [18] y ésta no se logra manteniendo los procedimientos con la misma duración. Quizá la tecnología pueda ayudar en esto. Hay entidades públicas que ya están pensando en ello y se necesita desarrollar nuevas competencias para plasmarlo.
  • ... la pasividad por la proactividad para impulsar el crecimiento económico con productividad. Se le reclama al Estado ser reactivo y esto significa que aparentemente no existe planificación en las entidades públicas o que existiendo el plan no es ejecutado dentro de los plazos establecidos. El apoyo que debe realizar el Estado en caso de ocurrir alguna contingencia en cualquier parte del país toma su tiempo, varias veces más de lo esperado. A pesar que existen esfuerzos en prever las contingencias, éstas -valga la reiteración- no parecen ser suficientes. La proactividad implica i) conocer las normas que rigen la planificación y los sistemas funcionales o administrativos (Arts. 44° y 45° de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo) según sea el asunto a tratar, ii) programar los plazos de las actividades del plan, iii) la oportunidad para dar inicio la ejecución del mismo de modo que la atención de los servicios a los usuarios externos e internos no sufra retrasos, iv) el conocimiento técnico del sector, v) la experiencia necesaria para poder agilizar la propuesta de planes y vi) la vocación de articular tales propuestas de planes entre los sectores para que no existan incoherencias. Un punto adicional es demostrar la capacidad de visionar las tendencias en el mundo para no dejar pasar oportunidades, como lo ha sido el precio de los metales ocurrido durante el 2021 y 2022. Esto último no ha sido ajeno para el Perú, pues la responsabilidad técnica de la gestión de la economía durante la primera década de este siglo permitió afrontar la crisis económica del 2009. Por consiguiente, lecciones aprendidas como la mencionada son las que se deben volver a replicar.
Como podrán apreciar, el contexto de cambio en la gestión pública es variada y compleja, con diversos escenarios que las entidades públicas deben identificar para establecer a cuál de ellas deberán afrontar.

5.    Un cambio sin ver la realidad peruana y mundial no es cambio


No debemos olvidar cómo se encuentra el mundo y el país. Los diversos contextos de cambio que se han expuesto no pueden ser entendidos en su real dimensión si no están relacionadas con la identificación de las necesidades ciudadanas. Hoy en día se viene promoviendo los mecanismos de Gobernanza (participación ciudadana, rendición de cuentas, transparencia, datos abiertos), lo que implica acrecentar la relación con la sociedad civil, el cual gracias a la tecnología, cuenta con herramientas para hacer seguimiento de la gestión gubernamental. Dicho de otro modo, un factor de éxito para demostrar mejora o cambios es el diálogo con la sociedad civil.

El mundo de ahora se encuentra viviendo la Transformación Digital, el cual origina la aparición de nuevos puestos de trabajo, nuevos enfoques (Big Data, Gobierno de Datos) para la gestión organizacional, nuevas competencias denominadas "digitales" en los perfiles de puesto y nuevas formas de interrelación de trabajo (el trabajo híbrido o remoto). Generacionalmente los Millenials, desde mediados de la década pasada, ya están ocupando puestos gerenciales y de liderazgo y se va acercando el momento que los "Centenials" ingresen al mercado laboral. El impacto de estos dos grupos está originando tendencias en las organizaciones privadas como el "Experience Employer" (experiencia del empleado), el "Branding Interno" (marca del empleador), o el "Endomarketing" (fidelización y retención del talento), dado que sus características generacionales son distintas a las generaciones que por mucho tiempo han estado ocupando puestos de trabajo en el Estado. Por ello, en el próximo escenario global se originarán nuevas necesidades ciudadanas a las que deberán responder las empresas privadas y éstas, a su vez, exigirán que las entidades públicas se encuentren a la altura de las tendencias actuales para atender con rapidez y agilidad sus necesidades de atención de servicios y tramitaciones. Del mismo modo la rápida captación de estas nuevas necesidades de los usuarios para ser considerados dentro de las regulaciones, preservaciones y/o fiscalizaciones sectoriales y de los ajustes a las políticas públicas correspondientes. La pregunta es ¿se encuentran las entidades públicas peruanas preparadas para ello?

Algo que no se debe dejar de lado, en nuestro Perú, es la diferencia de contextos de las diferentes poblaciones del país. El contexto mundial influye en todos los rincones y sus habitantes exigirán tener accesos a dicha modernidad. Esto es un reto para los gobiernos regionales y municipales. La pregunta es la misma ¿se encuentran estas organizaciones estatales preparadas para dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos de sus regiones? Aquí el reto no es solo para ellos sino también para la capital peruana, en el sentido que debe demostrar capacidad de interacción inmediata para poder proporcionar los recursos presupuestales y la Articulación necesaria para la ejecución de las políticas públicas.

6.     La gestión del cambio y la cultura del cumplimiento normativo ¿Debe regularse para ejecutarlo?


Ya hemos hablado acerca de los contextos de cambio que pueden existir en el sector público, sin que sea un listado cerrado de situaciones, tal como lo resaltamos anteriormente. También nos hemos referido a detallar un poco que es la gestión del cambio y progresivamente lo hemos relacionado al campo de la gestión pública. Ahora toca tratar un tema interno que he podido observar en las entidades públicas por donde me ha tocado aportar y que veo necesario su reflexión.

En el Estado, el principio de legalidad ha generado una conducta uniforme en todos los servidores y funcionarios públicos. Esto lo podemos resumir en la siguiente frase: "No puedes hacer nada si la norma legal no lo dice". Otra forma de decirlo es "¿Cuál es la base legal para sustentar la ejecución de una acción institucional?". Por supuesto que esto ha originado un condicionamiento en el comportamiento del personal y que es reforzado por el sistema de control interno: "Si no haz hecho lo que dice la norma, incurres en responsabilidad administrativa". El principio de legalidad es poderoso y ha impuesto lo que la Política de Modernización de la Gestión Pública al 2021 denominó como la "Cultura del Cumplimiento Normativo". [19]

Debo dejar en claro, que en efecto, el principio de legalidad permite que los recursos del Estado sean bien administrados, dándosele el buen uso de acuerdo a la finalidad pública que se busca. Si no fuese por este principio no se podrían identificar los casos de corrupción o de malos manejos del aparato público. Pero tiene una gran limitante: no permite adoptar acciones inmediatas para dar solución a problemas urgentes y que no están contemplados en las normas legales. Para ello se debe esperar a la emisión de una nueva norma para poder afrontar situaciones urgentes. 

Si este es el panorama, el lector podrá estar preguntándose ¿no se puede gestionar el cambio si no está regulado? Por ello hay que hacer distinciones. 


Una cosa es cambiar una situación y otra cómo efectuar ese cambio. Por ejemplo, cuando la SUNARP  ha puesto al servicio de la ciudadanía su plataforma informática para efectuar una lectura de las fichas o partidas registrales, no siendo necesario ir a las oficinas de dicha entidad pública. [20] Aquí se cambió la situación de trámite presencial a trámite virtual. Pará lograrlo tuvieron que emitir sus normas internas para que se autorice este cambio de situación y agilizar la atención a sus usuarios en esta materia. Pero a su vez, la implementación de este cambio pasó por diversas etapas tales como la concepción de la solución de la plataforma, el diseño de la plataforma, las pruebas de ensayo para verificar su funcionalidad, entre otros, y en medio de todo ello el involucramiento del personal, las dificultades de entender este proyecto, impulsar los avances, contar con los insumos informáticos para desarrollar la plataforma, contar con personal calificado, reuniones de trabajo, etc. Para hacer estas actividades no ha tenido necesidad de que se emita una norma interna. En esta "implementación" la Sunarp, sin saberlo,  también ha gestionado el cambio,  pero a su modo, quizás sin conocimiento técnico de este tema -o tal vez algo-, es decir de manera intuitiva. ¿Qué hubiese pasado si se hubiese tenido los conocimientos técnicos sobre la Gestión del Cambio? Probablemente el resultado se hubiese acelerado. 

Ocurre que la Gestión de Cambio también es una habilidad, una competencia en cualquier persona para variar o modificar algo. Conocer esta competencia o habilidad implica saber las fases que ocurren durante el cambio, qué acciones tomar en cada fase, cómo afrontar las resistencias, saber qué es lo que se tiene que comunicar internamente al personal, entre otros aspectos. En el Estado se han regulado las competencias como comportamientos de trabajo y considero que no es necesario su regulación normativa. No obstante, el desconocimiento técnico del tema de las competencias en materia de recursos humanos en el sector público sí exige una orientación plasmada a través de guías referenciales. Esto es lo que ocurre con las competencias transversales de "Orientación a Resultados", de "Trabajo en Equipo" y "Vocación de Servicio" (o dicho de otro modo "orientación al usuario") que SERVIR, como Ente Rector, emitió en el año 2016. Lo hizo con la finalidad de dar un punto de referencia acerca de comportamientos mínimos de trabajo que se espera tengan los servidores públicos. [21]

Las guías de orientación sólo deberían tener ese alcance, ser una referencia para un aspecto que no requiere su cumplimiento estricto. Imaginemos por un momento que se regule la competencia "capacidad analítica" y se disponga una sola manera de realizar "análisis" de una situación. ¿Se va a sancionar a un servidor público por no haber "analizado" como lo dispone una norma legal? Para ejercer esta habilidad existen variadas formas y no se la puede limitar pues se perdería la oportunidad de que el servidor público genere más alternativas de solución para un tema determinado. Del mismo modo la habilidad de "gestión del cambio" no debe ser materia de regulación legal ni ser parte del "cumplimiento normativo". Pero si debe proporcionarse la información básica de sus implicancias. Es como decirle al funcionario público responsable: "Ten en cuenta estos aspectos técnicos pues podría ocurrirte estos efectos". Efectos que de ocurrir no estarán sujetos a responsabilidad administrativa. No es razonable concebir una responsabilidad por generar mal ambiente laboral, pues entramos en un campo subjetivo, que merece ser atendido y existen herramientas para revertirlo. De ahí que el hecho que determinadas competencias estén contenidas en una guía de orientación solo proporciona ideas referenciales para gestionarlo según el contexto de cada Entidad Pública.

Por cierto, si alguien dijese: "si..., pero una guía de orientación es aprobada en una norma y se tiene que cumplir". Pues en esta parte, si alguien lo quiere ver desde la perspectiva legal, hay que recordar la distinción entre actos administrativos y actos de administración interna. Los primeros tienen una regulación detallada en gran parte de la Ley 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General. Los segundos sólo están mencionados en la misma norma pero de manera general y sirven para realizar todos las actividades del quehacer diario en las Entidades Públicas (numeral 1.2 del Art. 1°). Hay una enorme cantidad de ellas. Hasta el momento no existe una teoría o una clasificación de los actos de administración interna. Pero en la práctica ya se han venido utilizando. Algunas de carácter imperativo para disponer un orden. Un claro ejemplo de ello es el DS 054-2018-PCM, Lineamientos de Organización del Estado. En materia de Recursos Humanos, la Ley del Servicio Civil regula una inmensa cantidad de actos de administración interna. Los 7 subsistemas de gestión de RRHH lo son. Ponen orden y disponen una manera de regularlo. No son actos administrativos. Por ejemplo, el subsistema de Gestión del Rendimiento tiene una secuencia y es imperativa para cumplir las 3 etapas (planificación, seguimiento y evaluación). El cómo se obtienen las metas y de qué manera se logran es un campo en el que ya no se puede seguir manteniendo el carácter imperativo pues truncaría la originalidad o la innovación de los servidores públicos para proponer alternativas de solución. De ahí que se tenga en claro la utilidad de las Guías de Orientación a pesar de que son aprobadas mediante una norma legal. 


7.    ... y sin embargo..... la gestión del cambio y las Políticas Nacionales de Modernización de la Gestión Pública


Para quienes no tuvieron conocimiento, la Política de Modernización de la Gestión Pública al 2021, aprobada mediante D.S 004-2013-PCM, hace mención a la gestión del cambio (cultural) como un eje de soporte, para los 5 componentes (en resumen: Politicas Publicas, Presupuesto por Resultados, Gestión por Procesos, Servicio Civil Meritocrático, Seguimiento y gestión del conocimiento) y los 3 ejes transversales (Gobierno Abierto, Gobierno Electrónico y Articulación Insterinstitucional). Menciona la importancia de implementar una nueva cultura de gestión pública "orientado a resultados al servicio ciudadano" y dejar la cultura rígida, "dominante que concentra su atención en la formalidad de sus procesos de gestión interna y en el control de los insumos y procedimientos utilizados para ello" (SGP - PCM, 2012, p. 26). Dicho documento no propone dejar del todo el cumplimiento de la legalidad, sino que debe existir un balance entre flexibilidad y control de la gestión, pues lo que se busca es que las entidades públicas desarrollen "una gestión ágil, eficaz, eficiente y oportuna, para lo cual deben tener la posibilidad de responder oportunamente a la heterogeneidad y coyunturas propias del medio donde intervienen". (SGP - PCM, 2012, p. 9). Ciertamente, en mi opinión como gestor público, ha sido un documento concreto que demostró, en su momento, cuál su visión de un Estado eficiente. Algo no antes visto. Lamentablemente, tal parece que los esfuerzos de difusión no fueron suficientes. Sin embargo, recomiendo su lectura pues se puede extraer varios conceptos técnicos para la gestión pública peruana, y más aún, no debe ser dejado de lado en su aplicación. 

Recientemente, a través del D.S 103-2022-PCM, se aprobó la nueva Política de Modernización de la Gestión Pública al 2030, documento que hace un diagnóstico trabajado con varias entidades públicas y que identifica como problema actual que los “bienes, servicios y regulaciones que no responden a las expectativas y necesidades de las personas y a la creación de valor público” (sic) y sus causas: i) Inadecuado diseño de políticas públicas, ii) Inadecuada estrategia de intervención para lograr los objetivos de política pública, iii) Limitada capacidad de gestión interna para generar bienes y servicios de calidad, iv) Limitados procesos de seguimiento, evaluación y mejora continua orientada hacia resultados, v) Insuficiente apertura del Estado hacia las personas en las intervenciones públicas. A lo largo del documento se reflexiona sobre la necesidad de continuar los esfuerzos para lograr un cambio o el remozamiento de un cambio efectuado anteriormente que pueda ser percibido por los ciudadanos. Sería un error dejar de lado lo plasmado en la Política Nacional anterior. Este nuevo documento es una profundización de lo que se debe efectuar tanto en los 5 componentes como en los 3 ejes transversales ya mencionados. No por el hecho de no estar mencionado en un título o subtítulo especial se tenga que asumir que la habilidad de la gestión del cambio ya no es materia de "cumplimiento normativo".

8.    Ideas a tener en cuenta para seguir incorporando la gestión del cambio a la gestión pública


Gestionar el cambio en el Estado conlleva a tener en claro todo este complejo panorama. Salta a la vista la importancia del conocimiento de este tema como parte del perfil de los directivos y funcionarios públicos para lo cual sugerimos que sean capacitados a través de talleres en el que se trabaje con casuística real propia de la Entidad. 

La selección de directivos y miembros de Alta Dirección será vital en los siguientes años. En el sector privado, desde hace años atrás, la designación de los miembros de la Alta Gerencia con estos conocimientos y experiencia en gestión de cambio y cultura organizacional ha sido una decisión trascendental para el éxito de estas organizaciones. ¿Qué pasaría si en sector público vamos evolucionando esta experiencia? El reto, reiteramos, no es fácil y aquellos que se atrevan a asumirlo obtendrán mejores resultados. 

Del mismo modo, aquellos que aspiran a ser directivos. Ir conociendo los tópicos y metodologías que se han desarrollado en la gestión del cambio les servirá para acrecentar esta habilidad y comprender, desde ahora, la repercusión que tendrá en la gestión institucional cuando les llegue la oportunidad de ejercer estos importantes cargos. 




Uno de los impactos que se pueden lograr es que en las Entidades públicas se vivencie la cultura de la Integridad entre todos sus miembros. Me consta y doy fe de ello. Una cosa es "cumplir por cumplir" el Plan de Integridad y luego surjan posteriores sorpresas por revelación de casos de mal uso de los recursos públicos, y otra es que todo el personal, desde su propio trabajo, sepa y sea consciente del valor Integridad, porque la Alta Dirección lo sabe comunicar, porque los directivos y jefes lo promueven en sus equipos de trabajo, porque existen líderes naturales identificados en las áreas de trabajo que lo saben demostrar sin forzar su personalidad. 

Por su puesto, tal como lo hemos mencionado, el reto no es sencillo, más aún cuando se trata de entidades públicas con diversas realidades tales como el aspecto remunerativo, la existencia de personal bajo diferentes regímenes de contratación, los conflictos internos, los reclamaciones sindicales, entre otros. Ante ello puedo mencionar que la inclusión de la Gestión de Cambio, como parte de la gestión institucional, será una herramienta que demostrará la importancia de las Altas Direcciones por el respeto hacia el personal. Si bien hay aspectos que no dependen de la misma entidad, dado que por norma legal le corresponde la decisión a otra entidad facultada para ello, hoy en día es entendible un poco más esta circunstancia. Aun así, los contextos internos complejos que pueda presentar una entidad pública no deberían atemorizar a los funcionarios y directivos públicos pues las metodologías desarrolladas en la gestión de cambio comprenden mecanismos de comunicación interna. Y ésta a su vez utiliza como herramienta la identificación de los stakeholders o de "grupos de interés" -en este caso los internos, los existentes en las organizaciones públicas-  para "customizar" el mensaje de los objetivos y metas que se pretenden obtener en la gestión institucional. 

Para ir terminando, anteriormente habíamos mencionado algunos ítems importantes de la gestión del cambio para los gestores en el sector privado. Vamos a proponer cómo sería su aplicación para los gestores del sector público.

  1. Revisión de la ejecución de los planes anuales (Planes Estratégicos Institucionales, Planes relacionados con Políticas Nacionales -Gestión de Riesgos, Transversalización del Enfoque de Género, Integridad, otros-, Planes de Modernización, Prioridades establecidas por Presidencia de la República), para ver el cumplimiento de las metas establecidas.
  2. Evaluar el impacto generado por los servicios brindados por la entidad pública, según sus competencias asignadas (ente rector, organismo especializado, organismo ejecutor, etc.) así como el grado de satisfacción de los usuarios. Ello para identificar las mejoras que deban realizarse. 
  3. Indagar las tendencias del sector para la identificación de futuras necesidades ciudadanas. En esta indagación será de mucha importancia el diálogo que se tenga con la sociedad civil organizada. Pocas veces se ha visto a un sector público que responda oportunamente a las nuevas necesidades de los usuarios, pues por lo general tarda en implementar sus servicios. El establecimiento del trabajo remoto en las entidades públicas ha sido un ejemplo de una decisión oportuna para continuar con los servicios a la ciudadanía al poco tiempo de haber iniciado la pandemia del COVID 19. Una visualización a futuro que ha efectuado últimamente el Estado es la reciente emisión de la Política de Modernización de la Gestión Pública al 2030. Ciertamente, las entidades deben darse un espacio de trabajo para realizar esta actividad de indagación de tendencias.
  4. Identificar los cambios que debe asumir la organización (Cultura, procesos, tecnología, nuevos hábitos de trabajo, etc.) En esta parte se hace necesario el aporte de las áreas involucradas de la entidad pública para hacerse un diagnóstico y proponer las mejoras necesarias, planificándolas y estableciendo indicadores de medición para el seguimiento respectivo.
  5. Gestionar la implementación de los cambios, el cual implica saber las fases que deberá atravesar la organización para lograr su adaptación. Saber involucrar al personal es vital. Mi experiencia me permite aportar que es importante el soporte técnico en materia de gestión del cambio y gestión de Cultura Organizacional que deben brindar las áreas de RRHH y de Comunicación Interna. La primera para orientar ayudar a la Alta Dirección en la definición de objetivos, metas, fases y metodologías a aplicarse. La segunda para que se encargue de diseñar y ejecutar el Plan de Comunicación Interna. Es vital que ambas áreas mantengan una estrecha coordinación. Mucho aportará si un miembro de la Alta Dirección (asesor/a, coordinador/a o ejecutivo/a) sepa del tema para que ayude al Titular de la Entidad a monitorearlo y a impulsarlo. 
  6. Liderar la gestión del cambio. He aquí, en mi opinión, lo que determinará el éxito o fracaso de las planes de mejora. Por lo general, una vez aprobado el Plan, ésta pasa a ejecutarse y se hace porque es una "disposición de la Alta Dirección", comunicado a los Directores de segundo nivel en reuniones de trabajo. Llegado el momento de efectuar el seguimiento, las áreas responsables están apresurándose a presentar sus avances. Esto es así porque existe la "cultura del cumplimiento normativo". Diversas investigaciones en el sector privado han demostrado que suele presentarse "resistencias" por parte de los directivos y jefes cuando no reportan los resultados esperados dentro de los plazos establecidos en el Plan. ¿Es posible que esto pase en el sector público? Si. Es innegable que también ocurre ello. La consecuencia de esta resistencia de los jefes y directivos es que el resto de personal también se resiste, Una investigación académica realizada al personal del Congreso de la República en el 2019 [23] muestra el grado de resistencia al cambio porque no se comparten al personal las metas para realizar un cambio. Liderar el cambio no se agota en el "cúmplase lo dispuesto", sino de comprometer a todos los directivos para que ellos, a su vez, involucren a su personal. Este compromiso no se logra con dar las ordenes, pues éstas se pueden cumplir, pero con desacuerdo de aquellos que no entienden en qué consiste el cambio. El tema es complejo y mucho ayuda conocer el contenido de lo que es gestionar el cambio (bases culturales, comunicación interna, gestión de equipos directivos, aliados internos, etc.), pues facilitará al Titular de la Entidad poder involucrar a todos los directivos (para el cumplimiento del Plan), y la necesidad de contar con el apoyo de las áreas de RRHH y Comunicación Interna para efectuar, de manera paralela al Plan, la aplicación de los mecanismos y herramientas de la gestión de cambio.

9.    Conclusiones

  1. Un nuevo panorama de necesidades ciudadanas se viene presentando en nuestro país y en el mundo. Va a exigir de las entidades públicas nuevas respuestas para satisfacer dichas nuevas necesidades.
  2. Nuevas respuestas de las entidades públicas se podrán dar en la medida en que tenga capacidad institucional de adaptarse rápidamente. Implica ello gestionar el cambio.
  3. La gestión de cambio en el sector público es un tema complejo. Significa conocer los contextos de cambio que debe afrontar la entidad pública y conocer las metodologías y herramientas para gestionarla
  4. A su vez, la gestión del cambio es una habilidad con la que deberían contar los funcionarios y directivos públicos. Cuanto más personas sepan de ello, la adaptación al cambio será más rápido para la obtención de nuevos resultados.
  5. La gestion del cambio acompaña, de manera paralela, a la gestión institucional. La obtención de valor público puede acelerarse cuando se le toma en cuenta y tiene mayor sentido si se trata de satisfacer necesidades ciudadanas.
  6. Frente a la cultura de "cumplimiento normativo", la cultura de "generación de valor público" implica involucrar al personal de la entidad. La gestión del cambio toma en cuenta este aspecto y su presencia en la gestión institucional será una señal de importancia del factor humano en la entidad pública.
  7. Propiciar el cambio en una entidad pública, sin liderazgo del Titular de la Entidad, sin el apoyo de un equipo de soporte, sin involucramiento de los directivos y jefes, solo generará resistencias. Puede que se logren resultados en el corto tiempo, pero no serán sostenibles en el mediano y largo plazo.

10.    Epílogo


La presente publicación se realiza en medio de una crisis política que ha llevado al cuestionamiento del trabajo en las entidades públicas. Algunos lectores podrían pensar si es pertinente tratar el tema de gestión del cambio "...cuando el Estado está retrocediendo...". Dependerá de la lupa con que se mire. Es preocupante el impacto negativo que se viene generando. Estamos de acuerdo con ello. Pero nada impide que se haga una reflexión y se retome un tema que desde la década pasada se viene impulsando. Quizás no haya tenido el eco suficiente. Pero las actuales circunstancias nos permiten afirmar la importancia de contar con personal calificado en todos los niveles organizacionales de las entidades públicas, y mejor aún si incorporan a su perfil tener estos conocimientos técnicos del que hemos comentado. De ahí que vayamos en un esfuerzo conjunto con los gestores técnicos que aun se encuentran en las organizaciones estatales para ir en "rescate" de lo que se avanzó y se retome el camino hacia un Estado eficiente para dar respuesta a las necesidades ciudadanas.





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Notas a pie de página

[1]  SERVIR. (2021). Trabajo remoto en el sector público en el marco del Estado de Emergencia Nacional. Obtenido de https://storage.servir.gob.pe/archivo/2021/Estudio_Trabajo_Remoto_2021.pdf 

[2]  Jimenez, J. 2020. Entrevista a Fernando Masumura Tanaka. La Ley - El ángulo legal de la noticia. Obtenido de https://laley.pe/art/10213/fernando-masumura-somos-de-las-pocas-entidades-que-tiene-definido-el-trabajo-para-los-proximos-cincuenta-anos. 

[3]  Banco Interamericano de Desarrollo (2021). Transformación Digital y Empleo Público. Obtenido de https://publications.iadb.org/es/transformacion-digital-y-empleo-publico-el-futuro-del-trabajo-del-gobierno

[4]  Real Academia de la Lengua. Revisado el 08 de noviembre de 2022. Véase en https://dle.rae.es/cambiar?m=form

[5]  Chiavenato, I. (2006).  “Introducción a la teoría general de la Administración” Mc Graw Hill.

[6]  Bonavia, T., Prado, V. y García-Hernández, A. (2010). Adaptación al español del instrumento sobre cultura organizacional de Denison. SUMMA Psicológica, 7(1), 15-32. Obtenido de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3294911

[7]  Patlán, J. (2019). Medición de la cultura organizacional en organizaciones mexicanas. XXIV Congreso internacional de Contaduría, Administración e Informática, 1(1), 1-26. Obtenido de http://premio.investiga.fca.unam.mx/docs/ponencias/2019/medicion.pdf

[8]  Waissbluth, Mario. (2008) Gestión del Cambio en el Sector Público, Univ. de Chile.  Obtenido de https://www.mariowaissbluth.com/descargas/gestion_del_cambio.pdf

[9]  Hartasánchez, José. (2009). Gestión del cambio en el sector público. Revista Buen Gobierno, núm. 6,  México. pp. 132-148. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/5696/569660528006.pdf

[10]  Camacho, Tirso. (2017). La Gestión del Cambio en el Sector Público. En Novagob. Obtenido de https://red.novagob.org/la-gestia3n-del-cambio-en-el-sector-paoblico-1-de-3-la-gestia3n-de-la-necesidad-del-cambio/

[11]  Ortega, P.,  Solano, C. (2015). La Gestión del Cambio Organizacional en Entidades Públicas del Poder Ejecutivo peruano: Una aplicación de las Teorías de Cambio provenientes de la gestión privada. Tesis de Grado. PUCP. Obtenido de  https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/handle/20.500.12404/7501

[12]  Regalado G. (2019)Resistencia al cambio y su asociación con el desarrollo organizacional de los trabajadores del Congreso de la República, Lima 2019. Tesis de Postgrado. USMP. Obtenido de https://repositorio.usmp.edu.pe/handle/20.500.12727/6854?show=full

[13]  Del Aguila, J. (2019). Gestión del cambio organizacional y las competencias laborales en los trabajadores del Ministerio de Educación de la sede Lima, 2018.. Tesis de Postgrado. UCV. Obtenido de https://repositorio.ucv.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12692/39221/Del%20Aguila_AJC.pdf?sequence=1&isAllowed=y


[15]   Hidalgo, M. (2021). ¿Es posible sentir una empatía social y global? Retos para una nueva ciudadanía activista. Obtenido de https://muhimu.es/pensamiento-critico/empatia-social-y-global-ciudadania-activista/

[16]   "me permitió conocer". La gestión de recursos humanos en una entidad no solo se reduce a la ejecución de procesos operativos. Si se quiere demostrar el impacto estratégico de esta disciplina en la gestión institucional es necesario que el área de RRHH (líder y equipo) conozcan el funcionamiento de los principales procesos de la entidad pública, para conocer las principales necesidades de capacidades de las áreas (personas, cierre de brechas de conocimientos, mejora de desempeño, ambiente laboral) y adoptar decisiones estratégicas.


[18]   Ortego, J. (2020). ¿Qué es una organización ágil?. Obtenido de https://www.javierortego.com/curso-de-gestion-de-equipos/que-es-una-organizacion-agil/

[19]  "Todo ello, se debe lograr sin descuidar el control sobre el uso correcto de los recursos y bienes públicos, pero con un enfoque más centrado en los resultados que en el solo control de los procesos e insumos, que en muchos casos termina promoviendo el simple “cumplimiento” de la legalidad y la realización de procesos de gestión que no aportan valor público." Secretaría de Gestión Pública - PCM. 2012. Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública al 2021. p.10. Obtenido de https://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/2B58575817FAAC8705257B6E00749ED8/$FILE/POLITICANACIONALDEMODERNIZCIONDELAGESTIONPUBLICAAL2021.pdf

[20] Plataforma de la SUNARP "Publicidad Registral en Línea". Véase en https://enlinea.sunarp.gob.pe/sunarpweb/pages/acceso/ingreso.faces

[21]  El Diccionario de Competencias Transversales fue aprobado por RPE N° 093-2016-SERVIR-PE. Se aprobó su existencia como "Diccionario", es decir como documento. Mas su contenido tiene una finalidad orientadora. En su página 7 se menciona que  "el fin último de este diccionario es ofrecer criterios claros y homogéneos que permitan identificar la aportación de cada una de las personas, en relación a las conductas que exhiben en sus puestos de trabajo." Véase en https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/1421980/Resolucion%20de%20presidencia%20ejecutiva.pdf?v=1663276855

[22]  "Grupos de Interés": En diversas metodologías de la administración, por ejemplo en la Gestión de Proyectos, se viene aplicando diversas herramientas para poder ejecutar planes. Grupos de Interés son las diversas agrupaciones de personas existentes en torno a una organización (clientes, proveedores, accionistas, etc.) En las organizaciones públicas son los usuarios, autoridades, entes rectores, colectivos de la sociedad civil, entre otros. Este concepto ha sido extrapolado y se viene aplicando al interior de las organizaciones. Por lo general, las áreas de trabajo constituyen grupos de interés por naturaleza. Cada una de ellas tiene una identidad por tener sus propias dinámicas de trabajo. Otros grupos de interés son las organizaciones sindicales, los comités o grupos de trabajo, etc. Mediante la gestión del cambio y la gestión de la cultura organizacional es posible tomar en cuenta sus características para poder contar con ellos en el impulso de la gestión institucional. Para una rápida revisión del tema, véase en Diario Gestion (2022). ¿Qué son los stakeholders?. Obtenido de https://gestion.pe/tendencias/que-son-los-stakeholders-nnda-nnlt-noticia/

[23]   Véase la nota 12.


Nota final: Todas las imágenes han sido tomadas de Internet. El suscrito respeta los derechos de autor respectivos.






martes, 7 de mayo de 2019

Estado Eficiente en el Perú: ¿utopía o realidad?. Un breve análisis comparativo internacional

1. Introducción

A medida que pasan los años, la vida de las personas que laboran o prestan servicios en el Estado comienza a perder aquel interés entusiasta que existió al inicio de su periplo. Quizás, para probar cuál es la diferencia con el sector privado, o tal vez porque quiso seguir la tradición familiar (la mayoría de los parientes fue funcionario o servidor público), o porque le dijeron que en estos últimos años el Estado es un buen empleador, o -quien sabe, como posibilidad no deja de ser cierto- porque encontró una oportunidad de trabajo sin saber que hacer con su vida. 

Con todo el respeto que me merecen todas las personas que han laborado poco o muchos años de servicios en la Administración Pública, en el que he conocido de casi todas las ideosincracias laborales, de múltiples regímenes laborales, de diferentes generaciones, de distintos niveles sociales, económicos, culturales, académicos, no es mi intención desvalorar el esfuerzo desplegado en esos años. El objetivo de este post es hacer una reflexión acerca de lo que está pasando al interior de las Entidades Públicas, desde la perspectiva de mi experiencia, del mundo académico y de la comparación con países denominados "modelos a seguir".

Hago esta introducción porque hoy en día estamos viviendo, una vez más, otra crisis de la institucionalidad de la Administración Publica. Un gran grupo de entidades públicas están catalogadas como ineficientes, los personas que trabajan en el Estado son considerados por la sociedad como corruptos o futuros corruptos, la funcionalidad de las Entidades Públicas continua siendo catalogada como burócrata (lo vengo escuchando en mis 21 años de experiencia en la Administración Pública). Incluso, hemos llegado a que los Presidentes de la República se encuentren investigados por supuestos actos de corrupción, y aunque todavía no han sido juzgados, ya generan en la ciudadanía una percepción negativa que tiene años de conocido, y que ahora, con los avances tecnológicos saltan a la vista de manera más rápida.

2.  Los reclamos de la ciudadanía y la sociedad

La lentitud en la solución de problemas, cualquiera que fuese su naturaleza en las que se demande el accionar del Estado, no tiene cuando acabar. Ya sea por el cumplimiento de procedimientos, de plazos, o de la emisión de informes o documentos, de la transferencia de recursos, casi siempre existe una explicación de parte de la Administración Pública para sustentar la demora. A ello se añade los aspectos de índole político que "distraen" la atención para la rápida respuesta, dado que estos incidentes se convierten en las nuevas prioridades a ser atendidas, algunas de las cuales sí merecen tener ese carácter. Uno de ellos, por ejemplo, el conflicto social de Las Bambas, en donde el Estado ha conformado comisiones de alto nivel para su solución, pero... no es el único problema que atender. Hace poco el incendio de una unidad móvil de pasajeros, con funestas consecuencias de vidas humanas perdidas, destapó otro problema más de la crisis de la institucionalidad, en donde, para encontrar responsables, ninguna de las entidades involucradas decía ser competente para haber fiscalizado con anterioridad las medidas de prevención.

Todo ello me lleva a pensar en la inmensa cantidad de problemas que la sociedad reclama la atención del Estado. A su vez, la pregunta que salta a continuación mantiene su vigencia desde hace años: se encuentra el Estado en condiciones de atenderlo?. Es cierto que en los últimos 15 años se ha visto como la Administración Pública ha dado muestras de mejora continua, pero tal parece que estas soluciones tuvieron su tiempo de vigencia. Sin embargo, para la ciudadanía no es suficiente. 

Y quienes son los que reclaman la atención del Estado?. La lista es innumerable, pues alguien puede decir que son los 31 millones de peruanos (https://www.inei.gob.pe/prensa/noticias/poblacion-del-peru-totalizo-31-millones-237-mil-385-personas-al-2017-10817/). Pero, cada peruano, tiene una serie de problemas que resolver alrededor de su entorno. Ir por este camino no nos lleva a buen puerto. Así que utilizando la técnica de identificación de los Stakeholders, paso a enumerar los grupos importantes que esperan del Estado una solución a sus demandas (en alguno de ellos mencionaré -valga la redundancia- alguno de sus temas importantes)
Es probable que me olvide de mencionar a otros grupos o stakeholders que tengan su conjunto de demandas, como por ejemplo aquellos que ayudan a canalizarlas como las ONG, los medios de comunicación, otros colectivos. Lo importante es que vamos viendo que hay un desborde de problemas, que requieren de rápida atención. El Perú de hoy no es como del año 2005. El mundo global exige mayores acciones y mucho depende del accionar de sus aparatos estatales. 

3. Quienes conforman el Estado?

La intención de esta parte no es hacer un resumen de la Constitución Política del Perú acerca del Gobierno Peruano, sino de identificar a los actores sobre los cuales recae el reclamo de los grupos que han sido mencionados.
  • Los parlamentarios en el Poder Legislativo: se dedican a pedir la acción inmediata de otros poderes del Estado, olvidando que ellos son parte del Estado. Tienen poder de influencia en la opinión pública y, últimamente, la población está marcando distancia de ellos.
  • Las principales autoridades del Estado: Aquí existen diferencias de accionar. El Poder Ejecutivo, por un lado, esforzándose por efectivizar las políticas públicas. Pero por otro, no se puede desprender del flagelo de la corrupción. También es criticado por la ciudadanía la desidia y falta de coordinación entre entidades públicas para la atención de temas multisectoriales. Esto mismo se refleja en los Gobiernos Regionales y Locales, que se excusan en el centralismo, y en la demora de la transferencia de recursos presupuestales. A su vez, tampoco se salvan del flagelo de la corrupción. En cuanto al Poder Legislativo, es conocido hasta el cansancio la percepción que la sociedad tiene de este poder del Estado. En el Poder Judicial, conformado por los jueces y personal de apoyo jurisdiccional y administrativo, se ampara en la alta carga procesal para justificar la demora de la atención de los procesos judiciales. Últimamente se están haciendo esfuerzos por simplificar los procesos, pero son pocos los resultados que se pueden percibir.
  • Los servidores públicos: Al 2014, según un Informe de SERVIR, son un 1.4 millones las personas que laboran o prestan servicios al Estado, de los cuales el 50% pertenecen a carreras especiales (médicos, diplomáticos, policias, jueces, fiscales, etc.), y el resto pertenecen a los regímenes 276, 728 y CAS. El 42.1% tiene formación universitaria, el 22.1% tiene formación superior no universitaria, y el resto se distribuye en formación secundaria o primaria (https://storage.servir.gob.pe/biblioteca/SERVIR-El_servicio_civil_peruano-Anx1.PDF). Es probable que al 2019 estas cifras hayan variado en un rango del 2% al 3%. De otro lado, es innegable que los servidores públicos conformen otro grupo o stakeholder, y entre sus demandas, los Sindicatos demandan Estabilidad Laboral, incremento salariales, otorgamiento de beneficios laborales. Sin embargo, a pesar de los compromisos que asumen vía negociación colectiva respecto a la capacitación de los trabajadores, son pocos los que cumplen con actualizarse o mejorar sus competencias.

Para completar esta parte, solo mencionaré que la Administración Pública peruana también está conformada por las entidades que no pertenecen a ninguno de los 3 poderes del Estado, ahí están los organismos constitucionalmente autónomos tales como el Ministerio Público, Defensoría del Pueblo, RENIEC, ONPE, JNE, Contraloría General de la República, entre otros. También debe mencionarse al personal que pertenece a las Empresas del Estado.

Como verán el Estado es inmenso. Son alrededor de 2500 entidades públicas, cantidad que probablemente varias voces podrían cuestionar su gran dimensión. Sin embargo, solo a modo de ejemplo, los hospitales y centros de salud del MINSA y Essalud se encuentran saturados para atender a la población. La población reclama más hospitales y centros de atención, pero ello requiere más médicos y personal asistencial. Paralelamente, reclama también más seguridad, más fiscalización,  más celeridad de los trámites administrativos, etc., pero para todo ello se requiere más personal. Entonces, tiene que crecer el Estado en cantidad de personas para ser eficiente? O tiene que repensar su forma de brindar atención y servicios a la ciudadanía?. Será el siguiente punto que veremos a continuación.


4. Cómo es un Estado Eficiente?

4.1  Comenzando por la comparación con el mundo
Para tocar este tema existen muchas perspectivas o puntos de vista, y la literatura en cada una de ellas es abundante. El mundo global hoy en día proporciona diversas herramientas de revisión para poder tener una apreciación más rápida. Una de estas herramientas es aquella que toma en cuenta las mejores prácticas de un conjunto de organizaciones, o mejor aún, aquellas que han obtenido buenos resultados. A esto se le conoce como la técnica del benchmarking y consiste en comparar qué se hace bien y qué hace falta hacer para obtener un buen resultado o resultados similares. No es nuestra intención hacer un exhaustivo análisis metodológico, pero bastará tenerlo como referente para los efectos de este post.

Al buscar información sobre un "Estado Eficiente", me doy con la sorpresa que no existe una terminología uniforme. Ante ello, uso otras alternativas, pero la idea principal es responder a la pregunta ¿qué país está mejor que el Perú?. Como respuesta, en resumen, encuentro una idea tácita: "Depende" y esto último tiene que ver con las variables que se desee comparar. Así que al buscar información actualizada, encuentro las siguientes variables:
  • Países que crean más riqueza y mejor la distribuyen 
  • Países más competitivos
  • Países de mayor crecimiento
Por consiguiente, si existe a nivel mundial esta información, las preguntas que me hago son:
  1. Cómo es la Administración Pública de los países que crean más riqueza y mejor la distribuyen?
  2. Cómo es la Administración Pública de los países más competitivos?
  3. Cómo es la Administración Pública de los países de mayor crecimiento?
De acuerdo a una publicación de INFOBAE (https://www.infobae.com/america/mundo/2017/01/22/el-ranking-de-los-paises-que-mas-iqueza-crean-y-mejor-la-distribuyen/), el Foro Económico Mundial, en el 2017,  ha elaborado un ranking de países que más riqueza crean y mejor la distribuyen. Figuran entre ellos Noruega, Lexemburgo y Suiza. En cuanto a los países mas competitivos, France 24 (https://www.france24.com/es/20181021-economias-competitivas-america-ranking) publica el “Índice Global de Competitividad 2018” del Foro Económico Mundial, destacando Estados Unidos en primer lugar, seguido de Singapur y Alemania. En tanto, según datos del 2018 del Fondo Monetario Internacional, Estados Unidos, China y Alemania son los países que tienen mejor economía en el mundo debido a su crecimiento. ( https://gestion.pe/economia/economias-grandes-mundo-2018-232078).

Llama la atención que Estados Unidos y Alemania, quienes figuran en los dos últimos rankings citados no forman parte del primer ranking mencionado en el párrafo anterior. Esto significa que no necesariamente los países más competitivos y de mayor crecimiento, distribuyen su riqueza a fin de mantener a la mayor cantidad de su población con adecuados estándares de calidad de vida. De hecho, en el primer ranking mencionado Estados Unidos figura en el puesto 33, y Alemania en el puesto 13. El Perú se encuentra en el puesto 37 (http://reports.weforum.org/inclusive-growth-and-development-report-2017/inclusive-development-index/).

Esto quiere decir que si quisiéramos ser un país competitivo y con una mejor economía, tendríamos que adoptar como modelo a Alemania. Pero si queremos que esa riqueza creada sea mejor distribuida, el modelo a seguir es el de Noruega. Luego de ello, toca preguntarnos: Cómo es la Administración Pública en Alemania y en Noruega?

Por los límites de este trabajo no nos extenderemos mucho. Bastará decir algunos datos importantes.

4.1.1   Noruega
Noruega cuenta con un modelo de bienestar nórdico en el que se interesa mucho para que sus habitantes cuenten con un elevado nivel de educación, se cuente con seguridad social y atención médica universal y con valores ideales arraigados en su gente. Desde la Segunda Guerra Mundial ha experimentado un crecimiento económico y sostenido, y sin ser una potencia mundial es uno de los países más ricos del mundo, con bajos índices de desempleo y excelentes indicadores económicos (https://es.wikipedia.org/wiki/Noruega#Gobierno). Aun cuando es una monarquía constitucional, en donde el Rey hace las veces de Jefe de Estado, existe un Parlamento y la figura de un Primer Ministro quien encarna al Jefe de Gobierno.

En lo que se refiere al Servicio Civil de Noruega, se considera al funcionario público como una persona de gran aporte a la sociedad. Dado el arraigo en los ciudadanos por el Estado de Bienestar, en el que todos deben acceder a una buena calidad de vida, es impensable que no exista Estado sin médicos, militares, profesores, jueces, etc. De cada 5 habitantes 1 persona trabaja en el Estado (el promedio en los países de Europa es de 15 a 1, https://elordenmundial.com/el-modelo-de-bienestar-nordico/). Este modelo clarifica cuáles son las capacidades con las que debe contar el Estado, en especial en lo referente al Sistema Fiscal, el cual permite que los servicios sociales, de sanidad y educación cuenten con financiación (https://www.norway.no/es/chile/valores-prioridades/noruega-actualidad/).

Desde Enero del 2017, en Noruega se encuentra en vigencia la nueva Ley del Empleados Estatales (https://lovdata.no/dokument/NL/lov/2017-06-16-67). De acuerdo al portal oficial Regjeringen.no (Gobierno en idioma noruego https://www.regjeringen.no/no/aktuelt/ny-lov-om-statens-ansatte/id2548449/), el órgano rector es el Ministerio de Gobierno Local y Modernización y cuenta con una serie de Manuales y Lineamientos para la administración del personal estatal. Resalta el principio de calificación (conocido en el Perú como Meritocracia) con la finalidad de coadyuvar al objetivo del Gobierno consistente en que "los recursos de la comunidad se utilicen de la manera más eficiente posible para garantizar todos los buenos servicios de bienestar"(https://lovdata.no/dokument/SPH/sph-2019/kap1#kap1).

Por lo demás, existe abundante información para quienes sientan curiosidad sobre Noruega y su Modelo de Bienestar. Al final de este post dejo unos links como referencia.

4.1.2  Alemania
Tres hechos históricos importantes en la historia de Alemania marcan el rumbo de su Administración Pública: la era post de la Segunda Guerra Mundial luego de 1945, la unificación alemana con la caída del muro de Berlin en Noviembre de 1991, y la crisis económica mundial del 2009 aunado a su influencia en la Unión Europea. Pero a ello, se le debe agregar una arraigada tradición jurídica anterior iniciada a finales del Siglo XIX y que fue continuada durante el Siglo XX, a pesar de las dos guerras mundiales, con grandes dificultades. Cuando se revisa el historial de la Administración Pública alemana, se asemeja mucho a la evolución de la Administración Pública de nuestro país, solo que con una diferencia de 10 años (quizás sea más), pues mientras las privatizaciones en el Perú comenzaron a partir de 1992, en Alemania las primeras privatizaciones comenzaron entre 1980 y 1983, con un previo debate público durante el último quinquenio de los años 70.

Sin embargo, la "reforma administrativa", como lo llaman los alemanes, data desde mediados del año 1968, en el que debate sobre la mejora del aparato público a pasado por 6 etapas, buscando concatenar dos ideas principales: la primera, la desburocratización de un sector público basado en el modelo de Max Weber sobre el Estado, para dar paso a las nuevas tendencias de un estado moderno apoyados en los pilares de la "Nueva Gerencia Pública". La segunda: el Estado Social, esto es, otro factor histórico que data desde 1883 impulsada por el canciller Bismarck y que fue desarrollada posteriormente en la legislación (https://www.ugr.es/~redce/REDCE20/articulos/03_MD_POLI.htm#cuatro). La idea central del Estado Social es proporcionar a la ciudadanía un conjunto de servicios mínimos en materia de salud, seguros para contigencias (invalidez, desempleo, etc) y prestaciones para "carga familiar" y para jubilación. Todo ello le representa a Alemania un gasto que equivale al 29% de su PBI (https://www.tatsachen-ueber-deutschland.de/es/categorias/sociedad/un-estado-social-fuerte).

La carrera pública de los funcionarios y servidores públicos de Alemania se rige por la Ley Federal del Servicio Civil, que data desde Julio de 1953, habiendo sido modificado en varias oportunidades, siendo la última de ellas en Diciembre del 2018 (https://de.wikipedia.org/wiki/Bundesbeamtengesetz), (https://www.bgbl.de/xaver/bgbl/start.xav?startbk=Bundesanzeiger_BGBl&jumpTo=bgbl118s2232.pdf#__bgbl__%2F%2F*%5B%40attr_id%3D%27bgbl118s2232.pdf%27%5D__1556324454658). El órgano rector es el Comité Federal de Personal (https://www.dbb.de/lexikon/themenartikel/b/bundespersonalausschuss.html), dependiente del Ministerio Federal del Interior. Resalta en diversas páginas web oficiales que el personal que trabaja en la Administración Pública vela por el bien común y actuar por la ley, recogiendo lo prescrito en el § 60 deberes básicos de la Ley Federal del Servicio Civil (https://www.gesetze-im-internet.de/bbg_2009/__60.html).

Por lo demás, también existe abundante información para quienes sientan curiosidad sobre Alemania en relación al Servicio Civil y el Estado Social Alemán. Al final de este post dejo unos links como referencia.

4.2  Reflexiones de esta comparación
Algunas personas piensan que las comparaciones son odiosas. Pero eso dependerá cómo cada uno asume la comparación. Por cierto, no se niega la incomodidad que puede generar, pero si uno puede ir más allá de esa molestia, se dará cuenta que lo importante es verificar qué fortalezas y debilidades tiene uno (ya sea en el plano personal o en el plano organizacional) para aprender y desarrollar nuevas habilidades y capacidades. A esto nos lleva el Benchmarking. Sin embargo, esta herramienta no nos dice: "copia o haz esto". Lo que nos dice en realidad es: "Ellos hicieron esto. ¿En qué medida lo podrías hacer tu"?. (ISAZA, Juan José.  "Qué es el Benchmarking y cuál es su utilidad". https://bienpensado.com/que-es-el-benchmarking-y-cual-es-su-utilidad/#comment-36011) (MARTÍNEZ CORREA, Maria Fernanda. "Benchmarking no es “copiar” y “pegar”". https://www.eluniversal.com.co/blogs/innov-accion/benchmarking-no-es-copiar-y-pegar).

Con esta mirada, ¿qué es lo que podemos aprender de Noruega y Alemania?. Cada una de estas naciones tienen su propia historia y sus propias circunstancias, algunas son comunes debido a que progresivamente la globalización nos ha puesto en modo "On line". Por ello no es responsable afirmar que "debemos hacer lo mismo que ellos". Tomaría más tiempo efectuar una investigación y análisis de lo que ambos países tuvieron que hacer frente y ver cómo es que obtuvieron estos resultados y ser considerados como modelos. Aun así, existen tres ideas que podemos extraer como enseñanza.

La primera: Pase lo que pase, todos deben estar cubiertos en sus necesidades básicas (seguridad social, alimentación, educación, seguros, subsidios, etc.), denominándose a esto el Estado Social, antes Estado de Bienestar, sin que ello signifique que me esté apegando a ideologías o partidismos políticos.

La segunda: La capacidad de adaptación a las circunstancias. Tanto Alemania como Noruega no son potencias mundiales, pero están en el grupo de los países competitivos a nivel mundial. Si en algún momento tuvieron, a nivel de gobierno, codicia para ser el más poderoso del mundo, esta idea no les ha servido de mucho pues más importante ha sido la idea de desarrollo y mejora de las condiciones de su población. No por ello, al 2017, la tase de pobreza de Noruega es el 12.1% y el de Alemania 16.5% (https://es.statista.com/estadisticas/661438/tasa-de-riesgo-de-pobreza-en-noruega/https://es.statista.com/estadisticas/659947/tasa-de-riesgo-de-pobreza-en-alemania/), siendo la del Perú 21.7% (http://webapp.inei.gob.pe:8080/sirtod-series/), habiendo estado en el 2007 en 42.4%.

La tercera: El Consenso sobre la Solidaridad. ¿Cómo es que Noruega siendo una Monarquía Constitucional, y Alemania, siendo una democracia de grandes heridas históricas, han logrado ser considerados como modelos?. Las explicaciones pueden ser múltiples y variadas. Pero lo que no se puede negar es su alto nivel educativo. No se puede tapar con un dedo que las discrepancias y problemas sociales existen a todo nivel en ambos países. Un adecuado nivel educativo basado en valores, el entendimiento de la realidad social y su contexto histórico, con un profesorado muy bien remunerado, es la base de los futuros entendimientos entre las personas. Consenso significa ponerse de acuerdo, pero no necesariamente abdicando o cediendo a las convicciones. Significa la proximidad en los puntos comunes, hacerlos sostenible en el tiempo y tener tolerancia en los punto no comunes.

De lo expuesto hasta el momento, la construcción de un Estado Eficiente necesitaría de una base de ideas necesarias, sobre las cuáles permitiría tener una mirada fija y no negociable. Sobre ellas, se debe ir generando a un Estado capaz de brindar los servicios mínimos de bienestar. Que, a su vez, sea capaz de superar las heridas históricas para evitar el estancamiento de ideas y los resentimientos partidarios. Ello llevado de un conjunto de liderazgos, en todos los planes, políticos, ideológicos, partidarios, colectivos. Un buen nivel educativo permitiría mejores entendimientos para llegar a consensos y al sentido de solidaridad.

En el Perú, la vida democrática que venimos llevando desde 1979 y el contexto actual que vivimos actualmente nos llevan a pensar que estamos de mal en peor. Pero, sobre lo que nos ha tocado experimentar históricamente es que debemos seguir generando la capacidad de sanación o superación histórica. Y esta tarea está entre quienes estamos al interior del Sector Público. Un salto de madurez profesional para emprender la mejora de la eficiencia del Estado. Y eso será lo que nos tocará dejar de legado a las siguientes generaciones que ingresen a trabajar al aparato estatal.

Importará, hasta el momento, discutir sobre el tamaño del Estado?. Cada uno podrá imaginarlo, pero para lo que estamos verificando en esta aventura "blogal", habrán sectores en los que hay que dar atención a mucha gente. Y habrá otros sectores, en los que el servicio del Estado tendrá que ser lo más rápido posible apoyándonos en la tecnología de la información y en la investigación académica y científica.

Haber dado una mirada a los "países modelos", tampoco resulta suficiente. Hace falta revisar rápidamente otro tipo de opciones desde el ámbito intelectual y/o académico. Es muy posible que mucho de lo que venimos haciendo en nuestra práctica diaria en el sector público se encuentre reflejada o provenga de estos modelos, sin habernos dado cuenta o sin tener conocimiento de ellos.


5. Propuestas de un Estado Eficiente

5.1  Los modelos teóricos
No se puede dejar de lado los esfuerzos que los estudiosos, investigadores o académicos han realizado acerca de la Reforma del Estado. Antes de exponerlo, debemos precisar que el tema de Reforma del Estado tiene varias perspectivas que no son excluyentes. Actualmente, en el Perú, el gobierno viene impulsando una denominada Reforma Política, relacionada con aspectos constitucionales ligados con los partidos políticos y conformación del Poder Legislativo, así como las modificaciones al sistema de selección de magistrados. Reforma que resulta importante como propuesta, pero no es la única. Hay otras propuestas relacionadas con nuestro post y tiene que ver con el funcionamiento de la Administración Pública, aquella que tiene que ser gerenciada para la obtención del valor público en sus diversas formas y según el sector que corresponda.

Hecha la aclaración, cuando se habla del funcionamiento de las entidades del Estado, tiene que ver con lo que reclama la ciudadanía y la sociedad: la satisfacción de necesidades. Ya sea a través de los servicios (atención de todos los tipos, de fiscalización, seguridad, procedimientos administrativos, etc.), de adopción de acciones (creación de infraestructura, mantenimiento de la misma, ejecución de políticas, solución de conflictos), o del diseño, seguimiento de la ejecución y evaluación de las políticas públicas. Las que a su vez generan otras funciones propias como la regulación y modificación de normas legales, o de situaciones jurídicas, ya sea a través de sentencias o de la jurisprudencia.

Los estudiosos e investigadores no dejarán pasar por alto la evolución de la organización de la administración pública, así como de la forma de gestionarlo. De hecho, existe consenso que la concepción del funcionamiento de la Administración Pública ha pasado por tres grandes etapas: el modelo Burocrático de Max Weber, la nueva Gestión Pública y la nueva Gobernanza responsiva (Concepto de gestión pública. Separata Módulo 2 del curso Gestión Estratégica en la Gestión Pública. de la Maestría en Gestión Pública de la EUCIM Business School y USMP. pp 16-43). Cada modelo fue una propuesta a la situación que atravesaba la historia de la humanidad para su mejora. Respondió a una serie de factores que en su momento dieron solución y permitió una mejor organización del funcionamiento del Estado. Pero como suele suceder, con el transcurrir del tiempo, la realidad rebasa los modelos teóricos y ha sido necesario que surjan nuevas propuestas.

Brevemente diremos que el Modelo Burócratico fue una respuesta a la Administración Patrimonialista del Estado, que en ese entonces, se debatía en la supervivencia de las Monarquias y el surgimiento de un Estado independiente. Max Weber propone un  Estado racional, organizado por jerarquías, en la que según su propia lógica debería dar respuestas a los problemas de la ciudadanía, Por consiguiente, se valió de las normas legales para imponer sus facultades y dar a conocer su poder coercitivo. Tambíén estuvo influenciado del debate ideológico del Estado Liberal y del Estado Socialista. Para el sostenimiento de este aparato era necesario contar con personal independiente basando su desarrollo en el principio de la meritocracia. Este modelo fue materia de mejoras, sobre todo en el ámbito administrativo, en el que los procesos racionales fueron parte de sus principales características. Lamentablemente, la realidad demostró que esta administración burocrática fue lenta, costosa, poco o nada orientada hacia la atención de las demandas de los ciudadanos. Su cuestionamiento se acentuó cuando se propuso su reducción en tamaño para que permitiese un funcionamiento más fluido.

La "Nueva Gerencia Pública" apuntó en este extremo, extrapolando las ideas del Management del sector privado al sector público. Las ideas de descentralización y de flexibilización administrativa fueron ganando terreno en los diversos países, pero no es sino en los años setenta, en que se presenta la crisis del Estado en varios países, lo que lleva a pensar que el aparato estatal funcionará mejor si ésta es gerenciada. De este modo, se aspiraba a que las políticas publicas fuesen más efectivas con las herramientas de gestión que al sector privado le sirvió para obtener excelentes resultados. Uno de estos enfoques o herramientas fue el "servicio al cliente", que trasladado al sector publico se convirtió en el enfoque de "atención al ciudadano", es decir se le daba importancia a la satisfacción de sus necesidades y ante los cuales se les debe "rendir cuentas", demostrando eficiencia y resultados, basado en una reestructuración interna de cada entidad del Estado y en el profesionalismo de su personal con mayor calificación para entender el uso de indicadores y tableros de comando. Este modelo propicia la transparencia de la gestión pública, la gestión por resultados y una mayor participación de la ciudadanía. Las iniciativas de modernización del aparato público son el resultado de este enfoque, el cual se mantiene vigente en muchos países, en especial en los latinoamericanos.

Nuevamente, la realidad hace ver que esta propuesta, a pesar de las bondades que ofrece para la gestión pública, resulta insuficiente para afrontar nuevas complejidades, dado que la Nueva Gerencia Pública hace protagonista al gestor público, pero deja de lado el aspecto político de la relación entre Estado - Ciudadanía. Esta vez la palabra "Política" ya no es entendida desde la perspectiva partidaria o de ideología, sino desde el significado que le proporciona la Ciencia Política, en el sentido que las necesidades ciudadanas no solamente se agotan satisfaciéndolas sino que se hace necesario evitar los riesgos de rebrote de necesidades insatisfechas (por ejm, incremento de los niveles de anemia o de desnutrición, incremento de la pobreza) si la forma o los mecanismos de satisfacción siguen siendo los mismos. Y esto ocurre por el surgimiento y avance de la globalización, la tecnología que impulsó la generación de redes y la aparición de nuevas crisis económicas y sociales. A ello responde el modelo de la "Gobernanza Responsiva", en la que se enfoca en el mejoramiento de esta relación del Estado y sus ciudadanos, que sin dejar de dar importancia al tema de la transparencia, propone que la sociedad organizada (stakeholders) sea empoderada para la determinación de las políticas públicas, pues en medio de la sociedad de la información  que proporciona mayor conocimiento a las personas, hace que la necesidad de una sociedad en ser escuchada vaya en aumento. A su vez, esto hace que la mentalidad entre Estado y Sociedad sea la de permanente colaboración,  muestra de la coordinación y/o articulación entre entidades y colectivos ciudadanos para la solución multisectorial de los problemas de la sociedad.

Podrán existir otras corrientes más, asemejándose a cualquiera de los 3 modelos ya descritos. Lo importante de estos modelos es que se preocuparon en proponer cómo debería ser la dinámica de la Administración Pública para dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía, enfocándose en varias aristas importantes tales como la Estructura Organizacional, el tipo de gerenciamiento y la relación que debe existir entre el Estado y la ciudadanía.


5.2  Algunas investigaciones
A su vez, es importante destacar que también han existido investigaciones para estudiar cuáles han sido los resultados de las reformas del Estado que se han producido en diversos países. Uno de ellos llevado a cabo por la OCDE, hace referencia  al impacto de las reformas que han debido afrontar algunos de sus países miembros, concluyendo que no solo basta con efectuar los cambios normativos, sino que estas Reformas deben estar acompañadas de una Gestión del Cambio, las mismas que deben ser lideradas por el cuerpo de directivos en un mediano y largo plazo, a fin de que la ciudadanía pueda recuperar la confianza en su Administración Pública. (HUERTA MELCHOR, Oscar. "Managing Change in OECD Governments: An Introductory Framework". OECD Working Papers on Public Governance No. 12. June 2008. 71 p. Se puede ubicar este documento en https://www.oecd-ilibrary.org/docserver/227141782188.pdf?expires=1556667102&id=id&accname=guest&checksum=3391198A8AE6E954A553CE6B0281736B).

Y, aunque parezca poco relevante, la confianza de la ciudadanía viene a ser muy importante, sobretodo para el modelo de Gobernanza Responsiva, en el que se propone una relación de cooperación en el cual la sociedad organizada se sienta partícipe en la propuesta de toma de decisiones. Pero esto no se lograría si es que la confianza de la ciudadanía en las entidades públicas se mantenga en bajos niveles. Un estudio inicial de la profesora Cecilia Güemes apunta a descifrar que la confianza ciudadana se aprecia en dos perspectivas: la "procesal" y la de "resultados". La primera en el que la confianza se califica en base al desempeño procedimental de los procesos democráticos (elecciones, justicia, rendición de cuentas, etc). La segunda apunta a la calidad de servicio ofrecido por las entidades públicas (GÜEMES, María Cecilia. "Desconfianza en las administraciones públicas: ¿castigo por desempeño deficiente o prejuicio social? Análisis comparado en América Latina". XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10-13 nov. 2015. Se puede ubicar este documento en http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/3C98FA3CAE9C547105257F92007B683C/$FILE/guemecec.pdf)  Dos aspectos de la confianza ciudadanía a tener en cuenta con el que se podría medir la Eficiencia de la Administración Pública de un Estado.

5.3  Reflexiones acerca de los modelos teóricos y las investigaciones
Se percibe, entonces, que el Perú no ha estado ajeno a la influencia de los modelos teóricos, plasmados en las diversas reformas del Estado que se han llevado a cabo. Lo curioso es que nadie nos avisó que estábamos inmersos en esta evolución. Y esto ocurre porque no ha existido por mucho tiempo una vocación académica y/o intelectual para reflexionar sobre las vicisitudes en la gestión pública. En esta década, pronto a terminar, se fueron consolidando en las diferentes universidades del país programas académicos de nivel de Maestría o de Diplomado o Especialización en Gestión Pública. Sin embargo, al parecer todavía es insuficiente porque, a pesar de algunos esfuerzos reconocidos meritoriamente (por ejemplo, el premio Ciudadanos al Día), continuamos con una gran cantidad de demandas ciudadanas por resolver.

No obstante, podemos ver esfuerzos de personas o de organizaciones que se preocupan por plasmar abierta y libremente su interés por analizar o reflexionar en los temas de la gestión pública. Al final de este post dejo algunos links por si les interesa indagar más al respecto.

Los aportes que nos dejan los modelos teóricos es que han desarrollado ideas acerca de un Estado que impulse el desarrollo y esto se logra teniendo un mayor acercamiento al ciudadano, ya sea a través de la prestación de servicios y con obtención de resultados, en especial del impacto de las políticas públicas. Sin embargo, la propuesta de un modelo teórico tiene una temporalidad en el tiempo y termina siendo desactualizado por la misma realidad. Por ello, se viene haciendo énfasis en la relación del Estado con la ciudadanía, de modo que el diseño de las políticas públicas, plasmadas luego en normas legales, no sean vistas como una decisión unilateral impuesta por el gobierno, es decir, del pensamiento de un grupo de funcionarios, sino que éstas recojan la percepción y propuestas de la sociedad organizada. De modo que la ejecución de las mismas tenga viabilidad y aceptación de los beneficiarios, y por consiguiente un mayor impacto en el desarrollo y el bienestar.

En tanto, los aportes de las investigaciones nos proporcionan información acerca de lo que no es visible en la gestión pública, pero que de todas maneras existe. Pasar de un escenario a otro, es decir, la aplicación de una reforma, implica tener en cuenta una gestión paralela que acompaña a las acciones de implementación de la reforma y que se denomina Gestión del Cambio. Es importante señalar que ya no se trata de un cambio a nivel intraorganizacional, es decir, el cambio que se quiere lograr al interior de una entidad pública. Sino que las reformas que se quieran realizar, deben tomar en cuenta las reacciones e impactos que se realizarán en diversos sectores o stakeholders. Se trata de una Gestión del Cambio que persigue lograr la confianza de la ciudadanía. Estos son nuevos retos y nuevas habilidades que deberán tener los funcionarios públicos para poder gestionarlos.


6. Propuestas normativas actuales en el Perú por un Estado Eficiente

La Política Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP), aprobado mediante Decreto Supremo Nº 345-2018-EF, publicado el 31 de diciembre del 2018 en el Diario Oficial El Peruano, es el documento más reciente que establece como octavo objetivo prioritario el fortalecimiento de la institucionalidad del país con miras a una competitividad que permita el desarrollo y bienestar. Menciona que la Eficiencia del Estado es necesario y se manifiesta a través de "(...) dos aspectos: calidad de los servicios administrativos y estabilidad de las políticas públicas. En el primer caso, implica deshacerse de trámites innecesarios en procesos clave para los negocios. Por su parte, la estabilidad de las políticas públicas impacta la competitividad mediante la reducción de incertidumbre, generando una mejor asignación de recursos e incentivando mayor inversión en investigación y desarrollo (...)" (pág. 74 de la PNCP, Separata Especial de Normas Legales. Diario El Peruano 28/12/2018).

Otro documento importante es la Política Nacional de  Modernización de la Gestión Pública (PNMGP), aprobada mediante Decreto Supremo N° 004-2013-PCM, publicada en el Diario El Peruano el 09 de enero del 2013, el mismo que establece como objetivo general (...) orientar, articular e impulsar en todas las entidades públicas, el proceso de modernización hacia una gestión pública para resultados que impacte positivamente en el bienestar del ciudadano y el desarrollo del país (...) (Numeral 2.3: Objetivo de la Política). De acuerdo a la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo (Ley N° 29158), la Modernización de la Gestión Pública también es un Sistema Administrativo. Hace poco, mediante Decreto Supremo N° 123-2018-PCM, publicado el 19 de diciembre del 2018 en el Diario Oficial El Peruano, se aprobó el Reglamento respectivo, lo que significa que el actual gobierno lo sigue impulsando.

Ambos documentos plasman los ejes y lineamientos del Acuerdo Nacional (Políticas 3 y 4: https://acuerdonacional.pe/politicas-de-estado-del-acuerdo-nacional/politicas-de-estado%E2%80%8B/politicas-de-estado-castellano/). Recordemos que este Foro se estableció en el año 2002 y tuvo como objetivo el establecimiento de un conjunto de Políticas de Estado a fin de alcanzar el bienestar de la persona así como el desarrollo humano y solidario del país. Desde entonces nos encontramos a casi 17 años de su implementación.

En síntesis, podemos decir que nuestro país, a nivel normativo, ha mostrado intenciones de mejorar la eficiencia del Estado, sustentado en datos y estadísticas de organismos nacionales e internacionales que permiten percibir la seriedad técnica de estas propuestas. En el marco de un Acuerdo Nacional, las cosas parecen estar encaminadas a través de estas dos Políticas Nacionales brevemente descritas, recogiendo los aportes de la Nueva Gerencia Pública, orientado al ciudadano y con la obtención de resultados. Con ciertos destellos del Modelo de Gobernanza Responsiva, en lo que se refiere a la participación ciudadana. La finalidad es la búsqueda del bienestar y el desarrollo del país.


7. Reflexiones Finales: Exigencias y compromisos para alcanzar un país moderno

Después de lo que hemos explorado en el presente post, tener un Estado Eficiente para alcanzar un país moderno no es fácil. No solo se trata de contar con una buena intención para trabajar en el Estado. Se trata de tener una aproximación a lo que queremos llegar. Noruega y Alemania demuestran que es posible alcanzar buenos estandares de calidad de vida para todos sus integrantes, a pesar de las adversidades históricas y de la existencia diaria de problemas, los cuales pueden ser atendidos si contamos con un Estado dotado de sus capacidades para atender las necesidades ciudadanas, en las cuales la calificación del personal es importante para obtenerlo.

Luego de muchos años, el Perú está dando muestras de encaminar su futuro, al menos a nivel normativo, con declaraciones que seguramente serán medibles con el paso de los años. ¿Será suficiente con ello?. Las experiencias internacionales que hemos mencionado nos dan a entender que a nivel de la sociedad hay un entendimiento colectivo, una convicción que proviene de la educación de cada persona y que permite los consensos que deben ser actualizados cada cierto tiempo. No debemos olvidar el entorno global de nuestros tiempos y de los futuros, en donde la preocupación por la sostenibilidad ambiental, la productividad responsable, el respeto a las comunidades nativas, la inclusión y sobre todo el respeto de la persona (ahora con más información y con la expectativa de ser escuchado individual o colectivamente) son los valores que se deben preservar.

Justamente aquí es donde corresponde dar el toque final a este post. Se trata de procesos de largo plazo pues para su sostenibilidad periódica requieren de otro factor importante: El liderazgo de las autoridades y funcionarios públicos, con capacidades y habilidades para efectuar una adecuada combinación del discurso político y el discurso técnico, además de la coherencia ética, el sentido de solidaridad para gestionar los diversos sectores, la empatía social para el diálogo, difusión y buena relación con la sociedad organizada y la perspectiva histórica para no perder el rumbo ya puesto manifiesto en documentos normativos. La pregunta que cabe ahora es: ¿cómo se estarán formando los futuros funcionarios públicos y autoridades del Estado?, ¿tendrán conocimiento técnico de todo este contexto que en su momento se constituirá en los antecedentes históricos cuando les toque gestionar la administración pública?


A modo de conclusión rescatemos lo que nos deja esta aventura:
  1. La enorme cantidad de demandas ciudadanas está a la espera de que puedan ser atendidas por el Estado. Para ello, es una necesidad contar con herramientas para diseñar estas soluciones, esto es, que su personal se encuentre con las conocimientos y competencias para su ejecución.
  2. El tamaño del Estado dependerá de lo que se tenga que atender. Cuando se trata de servicios es probable que se requiera una gran cantidad de personal, pero a su vez dotado de tecnología para no demorar la entrega de los resultados del servicio. En otro tipo de actividades, la tecnología y la gestión de procesos puede ayudar a que otras Entidades del Estado no se vean con alta cantidad de personal.
  3. No solo se trata de tener en mente que debamos contribuir a que nuestros esfuerzos se orienten a que la Entidad pública en la que trabajamos sea la más eficiente. Recordemos que existen necesidades ciudadanas que requieren de una intervención multisectorial. Por consiguiente se hace necesario la articulación de las políticas públicas que se vienen ejecutando y la coordinación de los servicios, si es que fuese el caso. En ambos casos, con otras entidades del Estado.
  4. No es un imposible ser un país desarrollado. Pero tampoco es fácil. Lograrlo implica una mentalidad más allá de la labor que se realiza en cada entidad publica. Noruega y Alemania demuestran que a pesar de las diferencias culturales e históricas han logrado que sus ciudadanos cuenten con acceso a servicios de bienestar. Esto a su vez requiere de tres aspectos importantes adicionales: primero: la reorientación de nuestras culturas existentes (somos una nación con muchas culturas) basada en una educación que retome el sentido de la responsabilidad del bienestar común (admito que esto tomará años, pues se trata de procesos culturales e históricos en el tiempo). Segundo: liderazgo de las autoridades políticas para ir gestando el consenso. Aquí me refiero a que alguno de nosotros, quizá, llegue a ejercer el cargo de Titular de la Entidad, entre los cuales los Ministerios, Presidencia de Gobiernos Locales o Alcadías, tienen carácter técnico y a la vez político. Desde estos cargos es que se puede ir impulsando los consensos necesarios en la sociedad. Tercero: De manera paralela, quienes en un futuro cercano se encarguen de las riendas del país, vayan generando un "referente" para el logro de un estado de bienestar, en medio de una economía social del mercado, que permita el establecimiento de reglas claras para los inversionistas y emprendedores para la generación de productividad. Sin olvidar de incorporar al denominado "sector informal" y al "Perú profundo" porque también ellos son generadores de riqueza.
  5. La generación de la confianza en la sociedad es importante. Y esto se logra demostrandolo con hechos, es decir resultados satisfactorios en los procesos democráticos, en la calidad de los servicios que brindan las entidades públicas y en el diseño, seguimiento y evaluación de las políticas públicas con participación de la sociedad organizada. De ahí que, a diferencia de anteriores épocas, los funcionarios y servidores públicos demuestren este tipo de habilidades y competencias, pues la ciudadanía ha dado grandes señales de querer ser escuchados, por lo que la función de apertura al diálogo ciudadano es ineludible.
  6. El Perú tiene la intención de ser un país competitivo. Para ello requiere de un Estado Eficiente y viene estableciendo reglas normativas para su implementación. Pero no será suficiente si no se cuenta con funcionarios públicos que tengan la suficiente preparación académica y técnica, así como un conjunto de habilidades para llevar a cabo una buena gestión pública, para atender las demandas de la ciudadanía, la generación de bienestar de los peruanos y con un país competitivo que permita el desarrollo que todos esperamos.
Epílogo

Comparto con ustedes este esfuerzo por sintetizar una información variada y abundante, que ojalá les permita tener luces para su/nuestro desarrollo profesional en el sector público y que inspire más iniciativas por la mejora continua de la Administración Pública peruana.

Y como nadie nació sabiendo, ¿qué puede hacer el Estado para formar a los futuros funcionarios públicos?. ¿Será importante la gestión de recursos humanos en el sector público?.

De ello nos referiremos en el siguiente post.

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Referencias

Sobre Noruega
https://es.wikipedia.org/wiki/Noruega#Gobierno
https://www.studycountry.com/es/guia-paises/NO-culture.htm
https://elordenmundial.com/el-modelo-de-bienestar-nordico/
https://medium.com/@somosturnright/la-falacia-del-socialismo-n%C3%B3rdico-por-rafael-p%C3%A9rez-negri-a9db3a6e1015
https://www.studycountry.com/es/guia-paises/NO-government.htm
http://www.elblogdedaniel.com/mito-25-paises-nordicos-y-empleo-publico/
https://app.uio.no/ub/ujur/oversatte-lover/data/lov-18140517-000-spa.pdf  (Constitución de Noruega)
https://lovdata.no/dokument/SPH/sph-2019/kap1#kap1 (Manual de Personal Nacional del 2019 de Noruega)
https://www.youtube.com/watch?v=_iv_imejiJI  (Buen video que resume el Modelo de Bienestar)
https://www.youtube.com/watch?v=W6Nczs4mho4

Sobre Alemania
https://www.deutschland.de/es/topic/economia/rankings-cual-es-la-posicion-de-alemania-a-nivel-mundial
https://www.elblogsalmon.com/economia/el-fmi-pide-a-alemania-subir-salarios-y-aumentar-el-gasto-publico-para-reducir-su-superavit-es-lo-correcto
https://es.wikipedia.org/wiki/Econom%C3%ADa_de_Alemania
https://de.wikipedia.org/wiki/Bundespersonalausschuss
https://www.dbb.de/lexikon/themenartikel/b/bundespersonalausschuss.html
https://www.bmi.bund.de/DE/startseite/startseite-node.html

Nota: alguna de las páginas mencionadas han sido traducidas al español mediante "Google Traductor"


Algunos Blogs sobre gestión pública

Blogs Personales
Juan José Martínez (Perú): http://juanmartinezortiz.blogspot.com/
Mario Waisbluth (Chile): http://www.mariowaissbluth.com/
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