Nadie parece estar contento, pero todos piden cambios. Hay personal nombrado 276 que reclama mejoras salariales y derecho a la carrera, además de tener derechos semejantes o iguales al personal 728. El personal 728 también reclama mejoras salariales (aunque no de todas las entidades pues existen escalas con un buen nivel salarial) y derechos similares o iguales al personal 276. El personal CAS reclama incrementos salariales y similares derechos para todos. Los sindicalizados temen por sus puestos porque van a ser evaluados y despedidos. Algunos sindicalizados piensan que es una excusa para hacer ingresar a gente del partido de gobierno. Otros intentan hacer pensar que no debe haber Personal de Confianza.... La cosa no es fácil...
De otro lado, la ciudadanía invoca y clama para que el Estado sea
eficiente, que les sean atendidos sus necesidades en los servicios esenciales:
salud, nutrición, derechos humanos, seguridad, respeto ambiental, etc.; los inversionistas buscan
que el Estado no sea una barrera burocrática y que sea más flexible en sus
exigencias administrativas. Siendo así, es un verdadero y exigente reto poder equilibrar necesidades de la
ciudadanía, respuestas rápidas y eficientes del Estado, derechos laborales de
los trabajadores estatales e igualdad de régimen, pero todos (los trabajadores) tienen sus
necesidades y las opiniones que se vienen vertiendo tienen, inevitablemente, una tendencia subjetiva
orientada a solucionar su drama laboral. Por ello no todos van a estar
contentos.
Me parece que debe haber respeto por los que se encuentran
en la Administración Pública desde hace tiempo y esto implica que en el nuevo
régimen laboral (es decir el Servicio Civil) no todos los trabajadores tendrán similar situación y ello lo
deben entender quienes tienen pocos años en el Estado. ¿Cual sería la propuesta
de cantidad de años a considerar?, es seria esta discusión. En segundo lugar,
la homologación salarial para todos los trabajadores existentes en base al
nivel que han adquirido y ello implica que parte del exito de la nueva ley se
encuentre en la escala salarial a proponer.
Solucionando la preservación de los derechos laborales
individuales adquiridos y la homologación salarial se satisface la principal
preocupación de todos los trabajadores y estarán dispuestos a ponerse a
disposición de las buenas intenciones estatales (probablemente, hasta aquí, más
de uno puede discrepar, pero... ya lo dije antes, nadie va a estar contento).
De ahí, una vez satisfecho las necesidades básicas, el
personal del Estado debe poner de su parte (y no es que afirme que no lo están
haciendo, pues existen un gran grupo que a pesar de sus bajos salarios y
precaria situación laboral lo vienen realizando). No es fácil para los trabajadores estatales mantener la
serenidad cuando la ciudadanía reclama que el Estado está "lleno de
burócratas". Por ello, el servidor público debe reconsiderar que si trabaja en
el Estado es por la ciudadanía y debe servir a los usuarios, contribuyendo a la
eficiencia del Aparato Estatal, ¿cómo?, demostrando que son excelentes trabajadores,
aceptando el reto que pueden superar las exigencias del trabajo especializado, el resultado esperado, la labor en equipo y las
evaluaciones que se impartan. Aqui el compromiso de SERVIR deberá ser
garantizar una evaluación ajustada a cada nivel de carrera. Solo los que son
eficientes deben ser capacitados y apoyados en su progreso. Y los que no son
tan eficientes, que cuenten con una oportunidad para mejorar su desempeño. Pero
también el Estado debe ser capaz de liderar para seleccionar adecuadamente a
sus funcionarios, a los que dirigiran al equipo de personas que tendrán a su
cargo. En ello, aquellos que indican que la responsabilidad de la debacle de la
carrera administrativa es del personal de confianza en parte es cierta. La existencia de favoritismo todavía
persiste en el Estado y lamentablemente ello rompe y dispersa toda intención de
generar identidad de los trabajadores con la visión de un Estado moderno.
Me faltaba mencionar que también es necesario saber que el
Estado tiene su propia dinámica de trabajo y que por cierto condiciona algunas
aspectos de los derechos colectivos laborales. Un ciudadano o un colectivo de
ciudadanos pensará que si la negociación colectiva permitiese mejoras
remunerativas, en pocos años los fondos del Estado pueden desaparecerse... es
discutible, pero aqui existen necesidades de interés público que condicionan los derechos laborales colectivos y que lo diferencian
de la negociación colectiva del sector privado. En este punto, un lector que
sea sindicalizado me puede tildar de que ya tengo una marcada tendencia o
predilección por grupos de intereses económicos, pero es una situación objetiva
latente. Asi es el diálogo, no puede dejar de existir discrepancias.
Como verán, el tema es hartamente complejo y creo que
satisfaciendo unas exigencias mínimas, de imperiosa necesidad, se genera el
espacio para que el personal de Estado pueda interiorizar que su misión es la
de servir a la ciudadanía. Ya lo vienen haciendo, no todos, pero los hay...
Y como siempre digo.... si alguien lee estas líneas, va a
discrepar... nadie va a estar contento.... pero hay que seguir aportando ideas.